Amor de Secundaria [Finalizada]

Parte VI

Eren no regresó a su casa esa noche, sabía que su madre lo mataría si lo veía en ese estado así que caminó hasta que el sol casi había comenzado a iluminar el cielo.

La casa de Armin parecía la mejor opción, necesitaba tiempo para pensar en lo que había pasado, Annie definitivamente no era lo que él imaginó y ahora se encontraba ante un problema.

-¿Qué debo hacer? - Eren pensaba mientras caminaba.

A pesar de que el clima era cálido de día, la temperatura descendía bastante por la noche, pero a Eren no le importaba su mente había priorizado otras cosas.

Cuando finalmente llegó a la casa de Armin, no se detuvo a tocar el timbre, Eren conocía bien la casa así que trepó por un costado hasta estar frente a la habitación de juegos de Armin.

Jaeger no sabía que Marco y Jean estarían ahí también, así que se llevó una divertida sorpresa cuando entró a la habitación y encontró a los tres chicos durmiendo en el piso acolchonado.

-Mierda, debería tomarles una foto - Eren murmuró sofocando una risa.

Marco dormía tranquilamente apoyado sobre su espalda al igual que Armin, pero Jean estaba completamente abrazado al pequeño chico rubio.

Eren sonrió y sintió pena por su mejor amigo, se acomodó junto a Marco, pero no se sentía cansado, parecía que Annie no lo dejaría dormir después de todo.

Eren miró fijamente el techo de la habitación, el recuerdo de los besos de la rubia aceleraba su corazón y se repetía una y otra vez en su mente.

Eren sonrió, pero su sonrisa se borró en cuanto recordó el extraño desenlace que había tenido su pequeña aventura.

(Flashback)

-Annie... quién diablos eres, una chica normal no oculta armas en un lugar como este, es más, una chica normal no tendría un arma - Eren señaló hacia el artefacto de color negro que la rubia sostenía en su mano.

-¿De qué hablas? Tú no sabes lo que es normal afuera de este pueblucho de mierda - Annie se defendió en seguida.

-Tal vez yo sea una especie de campesino estúpido para ti, pero sé que nada bueno resulta de... - Eren se detuvo a pensar un segundo.

La casa del árbol tenía una ventana, Eren giró y se acercó a la ventana.

-Escucha Eren, lo que yo tenga o no, no es tu problema - Annie no iba a excusarse frente a un chico como ella.

Eren tenía mil argumentos para expandir su discusión a horas, pero la verdad lo había invadido.

-Annie... fuiste tú... el disparo de aquella noche, lo hiciste tú - Eren podía ver la casa de Annie a lo lejos desde esa ventana.

-¿Y qué si así fue? ¿Qué harás? ¿Me acusarás con la policía? - Annie se levantó.

-Annie tu madre estaba en la casa... pudiste haberla asesinado... Y me mentiste, dijiste que alguien te había disparado a ti - Eren se acercó a la puerta.

Annie apuñó el arma en sus manos, no se había sentido tan furiosa en meses, pero en ese momento deseaba dispararle al chico en la cara.

-¡¡Vete Eren, lárgate de aquí...!! - Annie gritó y Eren lo hizo de inmediato.

Él pensó que si la chica le había disparado a su madre o a su hermano, podría matarlo a él en segundos.

Annie se maldijo a sí misma, por haber olvidado esconder el arma y por no haber tenido el valor de amenazar a Eren.

Ella pensaba que el chico tal vez estaba dirigiéndose a la comisaría en ese momento, así que tal y como su padre se los había enseñado, Annie corrió al bosque y ocultó la evidencia.