¿Por qué? [Terminada]

Ah está bien, dimelo cuando quieras.

...de repente alguien me toca por la espalda...

Volteo, solamente alcanzo a ver una silueta, una color gris, me limpio los ojos y para mi sorpresa es... es Jason.

Lo miro sorprendida y enojada al mismo tiempo... él... él me mira con ternura... no lo entiendo, me sonríe como si viera... no se, ¿un perro vagabundo pidiéndole comida?

Me limpia las lágrimas con ternura y se inclina junto conmigo.

No logro decir nada...

Él me pregunta sorprendido... no entiendo de un instante a otro su cara cambia... se ve asustado:

-¡¿Por qué está tu mano llena de sangre?! -me pregunta mientras me agarra la mano.
-Y-yo... creo que me corté con la placa -me río y lo miro.
-No, tengo que llevarte al hospital.
-E-está bien, no me due... -no termino mi frase ya que me toma de la otra mano, me levanta y me hace caminar con él.

Cuando llegamos al hospital el pide un médico y llena las fórmulas, me meten a un cuarto y me revisan, me piden la placa de Joggy para revisar que no estuviera oxidada y no me causara alguna enfermedad maligna... Jason está afuera, alterado, esperando, yo sé que no le gustan los hospitales.

Al fin terminó el médico, salgo de la sala y Jason se levanta enseguida.

-¿Está todo bien doctor? -pregunta Jason asustado- ¿No le pasó nada?
-Tranquilo jovencito -dice el medico entre risas- ahora tu y tu novia pueden regresar a casa
-¡Oh n-no doctor! -decimos Jason y yo al mismo tiempo- E-el... nosotros ella... no somos...

El médico se ríe.
-Está bien, ya entendí -dice riendo el médico- fue mi error.

Sonreímos, damos las gracias y nos vamos.

-¿Que hacías en ese parque? -pregunta Jason al fin- ¿No está muy lejos de tu casa?
-Ah... yo solamente quería estar lejos de todo... ¿y tu?
-B-bueno... creo que me pasó igual.

-¿Y qué era lo que tenías en la mano? -pregunta Jason tratando de cambiar de tema.
-Ah... nada, solamente un recuerdo de un amigo -digo un poco nostálgica.
-Y... b-bueno -balbuceo- ¿puedo preguntarte algo?
-Ya lo estás haciendo -dice entre risas.

Me hace sonreír y se da cuenta de ello.

-No, otra cosa -digo ya un poco más alegre.
-Está bien...
-¿Por qué me dejaste de hablar de un día para otro?
-Ah... bueno -dice mientras se toca el cuello nervioso -yo... no lo sé, simplemente... yo... no... no puedo... no se como explicarlo.
-Ah... está bien -digo nerviosa y triste- dímelo cuando quieras.
-Si... -dice distraído- oye... estamos muy lejos, ¿qué te parece si vamos en metro?
-Ah... está bien.

Nos subimos al metro y están todos los lugares llenos, nos tenemos que quedar parados, él se pone en frente de mi para protegerme de no caer.

En una estación entra mucha gente, tanta que se llena todo el vagón, alguien me empuja y me acerco demaciado a Jason... nos miramos fijamente a los ojos y...