Prólogo
Las gotas de sudor no dejaban de caer por todo mi rostro, era muy incómodo, pero no podía cambiar de posición, no ahora. Llevaba alrededor de 2 horas aplastada contra la pared observando, sin la posibilidad de moverme un milímetro sin ser descubierta.
Un guardia asomo la cabeza
en mi dirección, y lo único que pude hacer fue cerrar mis ojos para fundirme con la noche.
Vestida toda de negro como estaba, eso era fácil. Comencé a darme ánimos yo sola, unas horas mas y tendría el paquete y todo esto habría terminado.
Mire mi reloj, marcaba 15 minutos para las 3 am, era ahora o nunca.
Me deslice pegada a la pared aun en cuclillas, para comprobar el estado del edificio, y como lo había calculado meses atrás, efectivamente a las 3 am, hacían cambio de guardia.
Me lance hacia el suelo, cayendo con un ruido sordo sobre mis talones y comencé a caminar hacia la parte trasera del lugar, todo estaba cuidadosamente guardado en mi cabeza, había pasado miles de horas planeando esto.
A unos 6 metros antes de llegar al lugar una sombra se alzó justo frente de mi, tuve que tomar control de todo mi cuerpo para lograr detenerme a tiempo y no choca con esa sombra.
-Tu- escuche la débil voz proviniente de la sombra, debí imaginarme que entre todos, tu serias lo elegida para hacerlo.
Mi cuerpo tembló levemente, el sonido de esa voz era tan conocido que hubiera sido inútil ignorarla.
-Porqué Aiden? -hable directo a la sombra-Porqué de todas las cosas que me podían joder hoy, precisamente tenias que ser tu?...
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El círculo
Romansa-Comprende de una buena vez, no importa lo que hagas, lo que soluciones o empeores, yo Siempre, siempre voy a estar en esto- -Entonces estaré en esto contigo- Conozcan a kat, la chica misteriosa, la chica mala, escurridiza. Conozcan a Aiden, el chi...