Gran gran noche

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-dios mío no sé que usar!- grite en medio de una crisis existencial.
-por el gran amor a la moda, que es eso?- gritó Danny mirando mi vestido de lunares ajustado al cuerpo.- linda no quiero ofenderte pero ese vestido no le hace justicia a el cuerpazo que tienes debajo.

-O dios claro que lo se, pero no hay nada aquí que pueda usar y que sea, ya saben, digno de la noche.

-Claro que sí!- gritó Antuan sacando un vestido blanco con detalles en bordado color champagne. Miré toda sorprendida al ver aquel vestido que jamás había usado y que creí nunca utilizar. Era la prenda perfecta para el ensayo de bodas de mi madre hace un año atrás, boda que fue cancelada por el mismísimo novio. Al parecer la despedida de soltero le mostró que el debía seguir así, solo, para seguir disfrutando de las fiestas y las mujeres. Otro ejemplo mas del porque no confío en los hombres, por mas perfectos que puedan parecer, siempre fallan. 

-La verdad no se si  me quede, no lo use ni una vez- dije tocando los bordados suaves en la tela.

-Entonces...- Antuan meneaba el vestido de un lado a otro con una sonrisa pícara en su rostro, mientras que Danny buscaba peinados interesantes en Internet. Lo tomé y entré al baño. Luego de mas de media hora de arreglos...

-No creen que es demasiado?- hice la pregunta desde el baño

-por supuesto que no, ahora sal que queremos ver nuestra creación divina JA!-Danny sonaba muy emocionado.

-Nooo inventes! Estas fabulosa!- Soltaron ambos al unison.- Sigo pensando que es demasiado- me miraba de pies a cabeza en el espejo

- Cariño es perfecto, ahora que es lo que vas a decir cuando llegue?

-Hola?- Ambos se miraron y sonrieron, antes que Antuan pudiera hacer un comentario,  sonó una bocina y los tres como desesperados corrimos hacia la ventana a ver, y si, era el. En un enorme auto negro que brillaba mas que el foco que iluminaba toda la calle.

-Lucille! creo que vinieron por ti- mi mamá gritando toda emocionada, era como si fuese por primera vez a un baile escolar. -No puede ser...- dijo atónita

-Y, como me veo?- dije sonriendo- Te ves encantadora hija, pareces un ángel.- tomó mi rostro y me miro unos segundos como si yo fuese a irme y no volver jamás -Vuelves temprano, por favor.- Si mamá- conteste suavemente.

-No se preocupe señora Sttone, esta en buenas manos- le dijo Danny guiñandole un ojo a mi madre.

 Al salir estaba ahí, parado junto a su auto con las manos en  los bolsillos de su pantalón negro azabache, su camisa blanca con dos botones desabrochados que dejaban ver un poco de sus pectorales y las mangas perfectamente arremangadas. Su cabello despeinado le daba el toque perfecto, sus ojos marrones achinados  brillaban aún en la oscuridad y su sonrisa...dios, mirarlo era como caminar sobre las nubes.

-Te ves hermosa- Dijo mirándome fijamente a los ojos.

-Gracias, tu también no estas nada mal. -sonreí. Nos quedamos ahí unos segundos mirándonos, como si ambos estuviéramos plasmando el momento en nuestras mentes. 

-Nada mal? me tomó dos horas en elegir que usar en esta, gran, gran noche.- se acercó, tomó mi mano y la besó, siempre mirándome tiernamente. No supe que decir, solo me quede ahí viéndole cada detalle de su rostro y oh por dios era hermoso. Cuando de repente un flash de una cámara iluminó la noche. Era Antuan por la ventana de mi cuarto, retratando el momento con su teléfono.

Me abrió la puerta del auto e hizo una modesta seña invitándome a subir. Llegamos a un bar pintoresco, lleno de detalles y colores pasteles hermosos. Unas luces colgaban del techo que simulaban ser estrellas;

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⏰ Última actualización: Mar 22, 2018 ⏰

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