¿A quién no le gusta el fuego del infierno?

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Los demonios no son su tormento,
Ellos entran y salen sin dar aviso,
Mantiene la puerta abierta para ellos
Y ¡ay de aquél que ose por cerrarla!

Los demonios no son su tormento,
Son su tranquilidad, su diversión.
El amor en cambio,
Ése si que es un verdadero tormento,
Una tortura. Un fastidio.

Ella,  ella es el infierno mismo
Y mantiene su puerta abierta
Para los demonios, sus demonios.

Perfección DefectuosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora