C a p í t u l o 4

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Subí con los niños hacia su dormitorio y los cobije.
-Por favor quiero que se duerman. Si? Todo estará bien.

-No vayas, quédate con nosotros. Nathan es malo yo lo conozco el puede hacerte daño.-James estaba rogandome que no bajara, lo abrace.

-Él no me hara nada, te lo prometo.

Después de dejar a los niños baje hacia la cocina y ahí estaba Nathan con una botella en la mano recostado sobre la mesa.
Era un desastre.

-¿Nathan?...puedes dejar eso, te ayudaré a subir a tu habitación.
Espere que hiciera todo esto más fácil, así podría limpiar todo antes de dormir.
-No, no puedo-Giró su cabeza para mirarme a los ojos y me sonrió como un idiota.

-Pues tendrás que hacerlo, debo cuidar a tus hermanos. Así que dame eso. -Le arrebate la botella de las manos y la guarde. Creo que ya has tomado bastante Nathan.

-Claro que no, un poco más no me hará mal. -Se bajo de la mesa y camino tambaleándose hacia mi muy peligrosamente.

-Todavía sigue en pie lo de llevarme a mi cuarto?. Te pagaré si quieres hacerme otro tipo de favores.-Dijo luego de mirarme de arriba hacia abajo.

No hice esperar mi respuesta y le dí una cachetada que lo dejó boquiabierto.

Nadie me iba a insultar sin recibir su merecido.

No me dejes caer ~Nathan SykesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora