Sawada Tsunayoshi había aprendido a la mala que siempre debía hacer caso a lo que su intuición decía. Si no lo aprendió después de tantas batallas, Reborn nunca dejaba de mencionarlo.
Se suponía que seria una tranquila salida con sus amigos ¿Porque el mundo parecía odiarlo?
Al momento que su intuición sonó, inmediatamente ya se encontraba observando a sus alrededores en busca de que sea que la haya activado. Fue por la misma intuición que sin saber bien el porque salio rápidamente del local solo para rápidamente tomar dos de sus píldoras azules y prender sus llamas para después crear un escudo con sus llamas, protegiendo el lugar donde se encontraban.
Ese escudo aun no estaba perfeccionado, si Reborn se enteraba que lo que estaba haciendo, lo sometería a un entrenamiento peor que el infierno. No estaba listo para usarse por tanto tiempo, ni para cubrir una zona tan grande como lo estaba haciendo y mucho menos contra numerosos ataques de mucha potencia, ademas de que no estaba usando sus guantes por actuar rápido, estaba seguro que tendría algunas quemaduras.
Detrás del castaño, Yuni junto con el peli blanco se hallaban evacuando a los civiles que se encontraban aterrados; apenas notaron que el castaño salio corriendo del lugar, la ex-portadora del pacificador del cielo llamo a la mansión Vongola informando rápidamente lo que estaba pasando, ambos querían ayudar al décimo cielo Vongola pero sabían que este preferiría que ayudaran a los civiles.
Mientras que los otros dos cielos del tri-ni-set se encontraban ayudando, la tormenta miraba con algo de impotencia como el castaño apretaba los dientes por el esfuerzo que estaba haciendo, apartando la mirada del chico, Fong comenzó a analizar mas a fondo la dirección de donde provenían los ataques, viendo como desde lejos algunos brillos surgían, el ex-portador del pacificador rojo preparo su ataque.
Listo para atacar espero unos segundos hasta que el brillo se volvió a ver, sin ninguna duda salio del escudo que proporcionaba el castaño y lanzo una gran cantidad de llamas de tormenta.
En menos de tres segundos una gran explosión se presencio lejos del lugar, inmediatamente los ataques pararon y con ello Tsuna pudo dejar de crear el escudo, permitiéndose bajar al suelo para recuperar el aliento. Aun así no se permitió descansar mas de cinco segundos, sin mas demora volvió a levantarse y esta vez con sus guantes listos, salio volando en dirección de donde habían provenido los ataques.
Fong rápidamente siguió al castaño, corriendo y saltando entre las calles llego a un bosque a las a fueras de la ciudad.
No muy lejos del inicio del bosque, el peli negro encontró cincuenta personas inconscientes y medio quemadas, a lado de ellos se hallaban varias armas que la tormenta no identificaba, sin preocuparse por ellos, Fong corrió mas profundo en el bosque pues en ese lugar se oía mucho ruido.
Al llegar al lugar donde se originaba tanto ruido, el ex-portador del pacificador rojo solo pudo soltar una pequeña sonrisa al ver lo que sucedía.
Se hallaban mas hombres inconscientes en el suelo con las mismas características que los anteriores mientras que otros sujetos trataban de dañar al castaño que evadía a todos y los noqueaba con rapidez. Mas, lo que le llamo la atención al ex-arcobaleno de la tormenta, fueron las armas que traían los enemigos. Decidiendo que el cielo ya había peleado lo suficiente, lanzo uno de sus ataques, dejando inconscientes a los hombres que quedaban.
Al ver que ya no había mas enemigos, Tsuna apago sus llamas solo para después dejarse caer al suelo, tomando aire de una manera casi desesperada.
- ¿Te encuentras bien? - Pregunto Fong preocupado al acercarse al castaño.
- Si... Solo algo... Algo cansado - Logro decir Tsuna entre jadeos.
- Es normal, aun no te has recuperado por completo - Comento el peli negro ayudando al chico a ponerse en pie.
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¡Que se abra el telón!
FanfictionYa hartos de que Tsuna esconda su verdadera forma de ser, el Noveno junto con Reborn deciden tomar el asunto en sus manos, el resultado: Una lluvia de sorpresas para varia gente y un millón de infartos para el décimo Vongola. Aho...