#12

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Mientras que en el comedor Byakuran esquivaba las balas de Reborn, Tsuna estaba siendo encaminado por Dino a lo que parecía ser la entrada principal.

- Espero que te guste hermanito, me tomo mucho tiempo elegir uno perfecto para ti – Comentaba Dino con una sonrisa.

Detrás de ellos venían los guardianes que observaban intrigados el comportamiento del décimo Cavallone, trataban de adivinar que regalo le daría este a su cielo pues sabían que este quería impresionar a su "hermanito".

Por detrás de ellos venían los estudiantes junto con el profesor Nezu, estos sacaban humo de la furia que sentían al ver como el más estúpido de la escuela era tratado por el jefe de una gran empresa, no solo Cavallone, si no también había pasado con Simón, Gesso, Gligio Nero y lo que más coraje les daba era que también Vongola se le había sumado ¡¿Porque rayos gente reconocida e importante le deba tanta atención y presentes a Dame-Tsuna?! Eso era algo que no podían entender, harían pagar al inútil de Sawada Tsunayoshi por arrebatarles ( Lo que ellos pensaban ) los que por derecho eran de ellos.

No tardaron en llegar a su destino y como lo habían predicho los guardianes se encontraban frente a la puerta principal de la mansión, salieron por esta y llegaron al jardín frontal donde se encontraba algo que sorprendió al castaño y a todos los demás al punto de dejarlo sin palabras.

- Dino-san... - Murmuro sorprendido Tsuna.

- DimeOnii-san – Volvió a repetir Dino mientras empujaba al castaño hacia su regalo.    

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– Hermanito este es tu nuevo automóvil, es un Lamborghini Huracán, sé que te encanta el color naranja por lo cual elegí ese color, fue modificado especialmente para ti, para encenderlo no necesitaras una llave, usaras tus llamas; solo tienes que introducir un poco de ellas en la parte indicada – Explico Dino señalando el auto.

- Pero yo no sé manejar, además, con lo descuidado y Dame que soy lo podría dañar Dino-san – Dijo Tsuna nervioso.

- Eso no importa hermanito, te enseño y no digas eso, si en verdad pasa algo se arregla o te doy uno nuevo - Respondió con una sonrisa Dino.

En lo que Dino convencía al castaño a subirse al auto para enseñarle los controles y más; había algunos estudiantes que se habían desmayado, otros tenían el rostro pálido como fantasmas mientras que los demás parecía que el cuerpo abandonaría su alma.

Los guardianes miraban divertidos lo que sucedía con los civiles, después de unos momentos más disfrutando aquello, comenzaron a ayudar a Dino a explicar algunas cosas a su querido cielo. Pasaron algunos minutos y de repente Boreen-sensei salió por la puerta disfrutando lo que veía, tomando una rápida foto de los estudiantes para regresar su atención a lo que venía principalmente a hacer.

- Bien es hora de que se vallan a la escuela – Anuncio el Sensei captando la atención de todos. – Dame-Dino ya que insistes en que Dame-Tsuna aprenda a manejar irán en el auto a la escuela, más te vale que lleguen en una pieza y a tiempo – Advirtió mirando con malicia a su antiguo estudiante, dejando en claro cómo le iría si algo le pasaba al castaño.

¡Que se abra el telón!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora