POV T/N:
Otras dos semanas más habían pasado y no había ni rastro de libertad. Me acostaba con Jay todos los días, ya ni siquiera me esforzaba para que no me violara, desde la vez que me destrozó el rostro con su cinturón algo murió en mí, ya carecía por completo de esperanza alguna, perdí el amor por la vida, la comida no me sabía y las personas a mi alrededor dejaron de importarme en lo absoluto. Sentía algo de envidia y a la vez tranquilidad ya que nunca escuchaba a Yoomi quejarse, por lo que se notaba Gray no le hacía daño. Mientras que a mi Jay me hacía vivir el mismo infierno, no sé como alguna vez lo pude ver atractivo cuando en realidad es el mismisimo demonio. Me obligó a escuchar las nuevas canciones de iKON mientras abusaba de mí y decía que era de su propiedad, me rompió en las piernas varias botellas de licor y claramente lo hacía porque sabía que no tenía control alguno de mi ser. Pero llegó el momento del agotamiento. Ya ni siquiera me consideraba Lee _____, todo en mi estaba muerto, me di cuenta que al Dios al que le recé por toda mi vida no existe, como un ser que es bondad podría estar permitiendo que yo viva tal miseria de la cual no hay escape, miseria de la que no se puede salir ni con un suicidio.
Por alguna razón Jay me pidió que me maquillara y porqué no hacerlo, no había nada más para hacer en estas malditas cuatro paredes. Me levanté como siempre y organicé la habitación, solté un poco del perfume me compró el imbécil sobre la cama y serví agua del dispensador que también compro para mí. El idiota dejó sobre la mesita un álbum de Lil Peep el cual siempre ponemos cuando nos drogamos, así que lo puse, por lo menos teníamos gustos musicales en común. Cuando ya todo estaba listo me dispuse a maquillarme, me hice un maquillaje nocturno, no sé para qué este estúpido querrá que me maquille pero debe se una de sus supuestas veladas especiales donde me trae lencería nueva, comida cara y hacemos el amor según él. Solo espero que esta vez no me haga beber hasta vomitar ya que le ultima vez vomité sangre.
Fui al baño a arreglarme el cabello, ya cuando estaba a punto de terminar escuche la puerta abrirse, pocos segundos después ya vi en el espejo a Jay abrasándome por la espalda.-Jay: Que preciosa te ves mi princesa.- Acarició mis labios con su dedo pulgar -Si ves, ya no tienes el rostro inflamado, ya no pareces un monstruo, de nuevo eres linda.-
-T/N: Te recuerdo que si estuve así fue por tu culpa.-
-Jay: Pero ya perdonaste a tu daddy y como ahora eres la mujer más obediente nunca te pasará de nuevo. Sabes que no soy nada sin ti princesa ¿Verdad?.- Acarició mi mejilla y me alejé evitando su tacto -Quiero tener mis hijos contigo ______.-
-T/N: Por favor te pido que no digas cosas sin sentido.- Salí del baño y él me siguió, me encontré en la cama ropa y un ramo de flores -¿Qué es esto?.-
-Jay: Un regalo de mi parte princesa.-
-T/N: ¿Y que tienes planeado?, seguro que sentarte a beber e inhalar cocaína mientras me obligas a hacerme obscenidades.-
-Jay: Como has sido tan buena niña te voy a llevar a un bar para que la pasemos bien.-
-T/N: ¿Yoomi también irá?.- Él asintió
-Jay: Ahora ponte más bonita princesa, ah ahí sobre la mesa hay pollo.- Señaló una bolsa y salió de la habitación
En ese momento sentí como no estaba del todo muerta, él me dejaría salir después de un mes. Tenía posibilidades de escapar y si no era así por lo menos saldría de este maldito lugar y con el imbécil tratando de ser un caballero conmigo, todo es más fácil de llevar.
Me vestí con ánimos algo que no hacia hace días, tal vez hasta sentía ganas de comer.
Escuché cuando ya estaba lista a Jay llamándome desde afuera y pidiendo que llevara el pollo, era algo extraño ya que él no me dejaba ni salir de la habitación. Obedecí y cuando salí estaba Yoomi arreglada sentada en el sofá.
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|JUST GO| Bobby B.I & Tú /iKON
Fiksi Penggemar-También lo amas a él.- Golpeó con fuerza el timón -No puedo evitarlo, pero creo que lo amo más a él... Lo siento- Susurró en un sollozo -Si no me disparan... Me matarás tú.- Sus ojos se cristalizaron -Nos matarán a los dos.- Gritó -Te equivocas...