Tres.

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Kakarotto debería estar ocupado. No rogaba por verlo pero era la costumbre.

No solucionaba sus problemas pero era la costumbre.

No lo hacía menos miserable pero era la costumbre.

Se esforzaba mucho, pero no provocaba nada en realidad. Aunque eso no significaba que su aprecio no existiese.

De todas formas no era culpa de Goku que él no supiera cómo afrontar la realidad.

Esperaba que no se la pasara pendiente suyo el día de mañana. Porque no era tonto, un día antes del doce de cada mes se asustaba.

Especialmente ahora, que era noviembre.

No le reprochaba nada. No le gustaba admitirlo pero era amigo suyo, así que era normal que se preocupase.

Kakarotto era especial, en serio. Pero no quitaba el hecho de que todos los días sean terribles. O peor aún los doce de noviembre.

Lo quería, pero el sufrimiento era mayor que sus esfuerzos por hacerlo sentir mejor.

Qué mal amigo.

lo siento, bulma. | dragon ball z | vegebulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora