"Justin Bieber, mejor conocido como el espectro, era el hombre más poderoso del mundo que cumplía deseos a cambio de algún objeto que él deseara. Pero nunca imaginó que de aquella misteriosa chica, sólo querría su corazón".
idea sacada de la serie...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Joanne elevó su cabeza al oír unos zapatos retumbando por todo el lugar. Se levantó de la incómoda cama en la que dormía y se pegó a la reja, donde pudo ver a la reina acercándose. Esta última movió sus manos para que los guardias se fueran
—Buenos días querida —sonrió cínicamente—. Espero que hayas dormido bien.
—¡Déjame salir! —exclamó desesperada y sacudió las rejas.
—Sigue soñando niña. El espectro también piensa que saldrás y eso no pasará —sonrió—. Al menos no saldrás con vida.
Joanne sintió que un escalofrío le recorría toda la espalda.
—¿Qué es lo que quieres de mí? —preguntó Jaonne.
—Tu poder niña —respondió metiendo una mano entre las rejas para acariciar su rostro.— Eres de mucha ayuda para mí.
—Entonces no te servirá matarme.
—Apenas termine con lo que planeo hacer te mataré.
Joanne tragó grueso ocultando sus nervios y volvió a hablar:
—No sé de qué poder hablas, yo no tengo magia.
—Se nota que no sabes nada sobre ti Joanne. Eres mucho más poderosa de lo que piensas.
Joanne no respondió y comenzó a retroceder hasta chocar con la cama. Apretó sus uñas contras las palmas de sus manos y sintió un ardor en la zona, se estaba lastimado.
Una sensación de furia comenzó a crecer en su interior y se sintió como aquella vez en la que tiró a Clodine. A continuación gritó con todas sus fuerzas y le lanzó magia a la reina provocando que ésta cayera desplomada en el suelo. Joanne miró sus manos con una sonrisa en el rostro y luego notó que la reja se encontraba abierta. Comenzaba a entender que sí era poderosa. No cualquiera podía dejar inconciente a la reina.
Reaccionó rápidamente y comenzó a correr lejos de esa celda. De todos modos tendría que esconderse de los guardias, no sabía cómo había hecho para producir magia, menos sabía cómo hacer un hechizo de invisibilidad.
Maldijo cuando sus zapatos comenzaron a resonar por todo el palacio. Se los quitó y comenzó a correr lejos. Cuando llegó a una zona del bosque en la que estaba segura, comenzó a llamar al espectro con su mente, pero este nunca apareció.
—¡Mierda! —exclamó al recordar que la reina la había hechizado para que nadie pudiera encontrarla.
Se sentó en el pasto y comenzó a jugar con algunas ramas que había a su alrededor. No sabía dónde estaba ni como volver.
Pocos minutos después se levantó y comenzó a correr sin rumbo alguno. Necesitaba encontrar una persona que pudiera invocar al espectro. Sonrió feliz cuando a lo lejos notó que había humo saliendo de una chimenea. Con las pocas energías qu le quedaban, siguió corriendo. Llegó tiempo después a la pequeña casa, que para ser sinceros daba miedo, pero Joanne no sentía miedo de nada luego de haber derrotado a la reina.