"Justin Bieber, mejor conocido como el espectro, era el hombre más poderoso del mundo que cumplía deseos a cambio de algún objeto que él deseara. Pero nunca imaginó que de aquella misteriosa chica, sólo querría su corazón".
idea sacada de la serie...
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Ya habían pasado tres meses, tiempo en el que Joanne había mejorado muchísimo en la magia al igual que su relación con el espectro. Y sólo faltaban dos semanas para que Joanne cumpliera con la profecía que le habían otorgado.
Aún Joanne no sabía muy bien sobre que era, pero ya no pensaba tanto en ello porque estaba emocionada por poder hacerlo.
—Justin —lo llamó preocupada. Este dejó de preparar los obstáculos de la práctica para voltear a mirarla—. Mira el cielo —señaló.
Este miró y frunció el ceño al ver que en el cielo había luces azules y algunos rayos comenzaban a caer en algunas partes del bosque.
—¿Qué es eso? —preguntó Joanne frunciendo el ceño.
—Alguien está viniendo, y no viene a conversar con nosotros justamente —respondió Justin caminando hacia ella.
—¿Sabes quién es? —volvió a preguntar.
—Gromgard —respondió apretando sus puños a su costado.
—Gracias por tanta explicación —dijo poniéndose a su lado.
—Es un hechicero que está en contra de que la profecía se lleve a cabo. No sé como nos encontró, pero hoy será su último día con vida —respondió Justin.
—¿Debo irme? —preguntó Joanne.
—Como tú quieras. Puedes ver como lo mato, ayudarme a matarlo o huír —sonrió.
Joanne estaba por responder, pero cerró la boca al ver una sombra aparecer de entre árboles. Ya era tarde para huír.
—Creo que me quedaré —respondió.
—Mira a quien tenemos aquí —dijo Gromgard, el hechicero, al mismo tiempo que otro relámpago iluminó el cielo—. El mismísimo espectro.
—Mira a quien tenemos aquí —dijo Justin—. Al mismísimo Gromgard, o lo que queda de él.
—O lo que queda de ti —respondió el hechicero.
—Sabes que no tienes manera de matarme.
—Lo sé, no he venido para eso ese cruzó de brazos—. Veo que tienes nueva compañera —señaló a Joanne con su cabeza.
—Que observador que eres —respondió el espectro con sarcasmo.
—¿Por qué no la presentas? —preguntó.
—No hace falta. Es momento de que te retires por donde viniste —se cruzó de brazos.
—Vamos espectro, no seas mal educado —sonrió y se acercó a Joanne. La miró de arriba a abajo haciendo que se pusiera incómoda—. Soy Gromgard, un gusto.
—Soy Joanne, no puedo decir lo mismo —respondió con una mueca en el rostro. Justin rió por dentro.
—Eres igual de amargada que el espectro —torció su boca y colocó una mano en su cintura.