La Última Salvatore

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-Estas te quedan muy bien-
La voz de Klaus me despertó y lanzo unos panties pink sobre mi rostro

Los quité y me incorporé lentamente, recargandome sobre la cabecera

Él estaba de pie en toalla, con sus cabellos y pecho aún mojados

-Use tu tina, espero no te moleste- Dejó caer su toalla, aunque usaba Trusa de malla, yo no aparté mis ojos de los suyos

-En lo absoluto, pero no veo para qué tocar mi ropa interior- Le lancé su pantalón para que se cubriera

-Son bonitas para alguien qué nunca tiene sexo- Cerró un ojo mientras tomaba su pantalon para vestirse

-Ya por qué tú no puedes evitar meter tu miembro en el primer par de piernas que ves- Sonreí

-Y justo ahora veo las tuyas- Se acercó con el cierre aún abierto

-Ni en tus Wildest Dreams- Me cubrí con la cobija y él rió

-¿Cómo dormiste anoche?

-Me sentí mas segura, aunque te mueves mucho pero gracias por preguntar
Por cierto, ¿En donde estan los cuatro fantásticos? aunque ya son cinco

-Si te preguntas por Elijah, déjame decirte que entró a eso de las 5:00 am con unas esposas y camisa desabotonada, vio tu incómodo brazo rodeando mi pecho y tuve qué decirle que saliera

-Qué gracioso- Entre cerré los ojos, casi suspirando

-No todo en la vida de Klaus Mikaelson es broma, te estoy diciendo la verdad- Mi corazón se detuvo, no supe que decir exactamente así que deje salir las palabras cómo balas

-Pero le explicaste, ¿verdad? Qué no hay nada en nosotros- Me encogí de hombros

-¿Cómo por qué necesitaria explicarle? Ustedes no son nada, ¿ó si?

Hubo un largo silencio de mi parte, Elijah y yo tuvimos sexo la noche anterior, no sería cómo que no fueramos nada

-Ya me parecían muy sospechosas esas esposas- Se alejo caminando, hasta la puerta

-¿Qué haces?- Lo detuve

-Me voy de aquí, no me gustan los triangulos amorosos

-Niklaus, lo qué sea que estes pensando, yo...

-Tú nada, ya fue bastante de ti en mi vida- Rodó los ojos

-¿Qué es lo que quieres decir con eso?

-Escuché hablar de ti hace 29 meses, Te conocí hace once, Te infundí miedo y terror y lo lamento, pero dime, ¿es tan dificil estar con alguien cómo yo?- Levantó ambas cejas, no supe exactamente que decir, hasta que las palabras volvieron a salir disparadas

-Ustedes me presionan demasiado, yo no puedo elegir entre los dos y tenemos más problemas qué un romance- Sabía que mi respuesta era estúpida, sabía lo idiota que yo sonaba, era cómo una mala excusa empleada tal vez en chicos de secundaria, pero, ¿qué le diría a un vampiro de más mil años?, él se viró con los ojos cristalizados

-¿Qué te hace pensar que hablo de romances sí ni siquiera me permites ser tu amigo?

-Entonces ¿Qué somos Niklaus?- Me puse de pie y él permaneció mirándome sin saber que responder ante mi pregunta, cerró la puerta y dijo tras ella

-Te veré más tarde, Mia- Escuché sus pasos alejarse y Puse los ojos en blanco

-Genial- Me mese el cabello con ambas manos, jamás en mi vida me sentí tan estupida: Cuándo Toby me fue infiel con Hanna y me término no me quede llorando en mi habitación viendo Netflix ó deprimiendome con canciones de Lana Del Rey, compré una cabeza de cerdo y se la envíe a las puertas de su casa el dia de cada aniversario que deberíamos estar celebrando, es decir, el 12 de cada mes

Igual con Ian, pude darme golpes de pecho y preguntarme por qué me lastimaba acostándose con su ex, pero en vez de eso la maté a ella, a su hijo y a dos de su círculo de amigos

Sin mencionar cuándo tuve un amorio con el padre de mi mejor amiga Ariana, para conseguir la lencería erótica para la qué no me daban dinero mis padres, por considerarla inmoral, pero a pesar de ser hombre de negocios, fue tan estúpido que me la entregó antes del acto sexual, con ella llené la mitad de mi guardarropa y ni siquiera la estrené con él, pues me heche para atrás y le dije que si intentaba hacer algo en mi contra le diría a su esposa y su hija

Ella después se enteró, pero debía elegir entre suicidio social ó seguir al lado de la chica que estafó a su padre 
Cómo no era tonta, obviamente eligió la segunda

Tal vez mis desiciones no eran las mejores pero me evitaban sensaciones cómo éstas: la debilidad y el no saber que hacer

Tenía tanta hambre, que salí corriendo de la casa en busca de una víctima, a unos cuántos metros lejos, se me acercó él menor de los Mikaelson

-Hola, Mia, ¿Qué haces a las 11:00 am? según yo tus horarios de fiesta y sexo varían entre 8 de la noche y 5 de la madrugada- Dijo mientras me seguía el paso, sonriendo

-¿Me mantienes vigilada para tu siguiente negociación?- Seguí caminando

-Pues déjame decirte que la bolsa de valores de "Mia Vallois" va aumentando conforme mis patéticos hermanos se desviven por ti

-Es bueno que por lo menos ellos no intente matarme, o subastarme

-Al parecer les excita tu indiferencia, ¿ó no es lo qué les haces creer?- Me detuvo poniendose frente a mí, yo solo lo miré unos segundos para apartarlo

-De tu boca no escucho más que disparates, debes dejar de ver Riverdale, Kol- Continúe avanzando y él ya no hizo esfuerzo en seguirme

-Sabes, ayer en la noche te vi teniendo sexo salvaje a la mitad del bosque con Elijah y hoy amaneciste con Klaus, estoy seguro de que no estoy loco- Gritó desde dónde se quedo parado y yo tuve que virarme furiosa para encararlo

-No voy a darle explicaciones de mi vida privada a alguien qué ya trató de matarme- Él agachó la cabeza y levantó las manos

-Oye, yo solo quería ser tu amigo y que me hables sobre cómo se siente traer de perritos falderos a los seres más poderosos de la historia, no pretendo acostarme contigo- Sonrió inocentemente

-Tu petición es menos hipocratica y más hipócrita- Lo dejé

-Siempres sabes que decir, ¿verdad?- Gritó desde el otro lado

-Siempre sueles meterte en lo que no te incumbe, ¿cierto?- Voltee sin dejar de caminar