Capítulo 8

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Su mano estaba en mi nuca, podía sentirlo. Estaba impidiendo que me separará de él y me levantara para voltear a ver al recién llegado. De igual forma, hablando sinceramente, yo no tenía la intención de separarme de aquellos labios que tanto había ansiado sentir.

Todo había ocurrido tan rápido; en cuanto junte mis labios con los suyos sentí como él me correspondía sorprendiendome pues se supone que estaba dormido, luego llegó Sehyuk a interrumpir, intenté separarme de él pero me detuvo llevando su mano a mi nuca profundizando el beso. Ahora había sido él quien había tomado el control guiando el beso de una forma tierna y dulce, importandonos poco que Sehyuk nos estuviera viendo.

Este momento era nuestro, lo que había ocurrido en la noche se había quedado en el pasado. Sangdo me besaba a mi, me correspondía a mi y me besaba de la misma forma que yo lo hacía. Mi corazón latía con fuerza pero extrañamente me sentía... tranquilo, feliz, nervioso, confundido... Era todo un mar de sentimientos.

Inconcientemente empuje a Sangdo provocando que se golpeara en la cabeza con la pared. Todo aquello había sonado muy lindo y cursi en mi cabeza, pero la verdad es que nada de eso ocurrió. Apenas y había rozado los labios de Sangdo cuando mi querido líder llegó a interrumpir. Abrí los ojos de golpe encontrándome con el rostro de aquel tonto tan cerca que me asusté y lo empuje.

Sangdo se quejo, Sehyuk se empezó a reír y yo estaba muerto de la vergüenza.

¿En qué demonios estaba pensando?

—Ustedes dos si que saben aprovechar una noche solos —empezo Sehyuk —. Díganme, ¿disfrutaron la noche?

—¡Cállate! No pasó nada entre los dos, no empieces —conteste.

—Aja, ¿y piensas que creeré eso cuando los acabo de ver muy cerca casi a punto de besarse? —Se recargo en la puerta cruzándose de brazos mirándonos con una ceja levantada y una sonrisa socarrona.

—¡No estábamos a puntos de besarnos! —dije casi gritando provocando que el calor en mis mejillas aumentará al igual que mis nervios —. Solo... sólo estaba...

—Solo estaba despertandome. Ultimamente tengo el sueño más pesado así que me cuesta despertar, es algo tarde y Hojoonie sólo estaba haciendo eso, no es nada de lo que crees.

Voltee a ver a Sangdo, estaba sentado en la banca sobándose la cabeza. Sonreía como si nada, como si la plática anterior no se hubiese dado o como si ya no le importará.

—Bien, si ustedes lo dicen... —dijo levantando los hombros —. Como sea, hoy es la comida con las fans, así que vayan al departamento a arreglarse. Afuera está el manager con una camioneta. Nosotros los esperamos en el restaurante.

—Bien, vamos Hojoon.

Sangdo se levantó de la banca pasando a un lado de mi sin voltear a verme. Le dio unos golpecitos en el hombro a Sehyuk y se fue. Yo me quedé un momento parada mirando hacia donde él se había ido. En otras circunstancia me habría dicho "Hojoonie", me hubiese tomado de la mano y me habría llevado con él, e inclusive me hubiese sonreído tiernamente, no que solo paso a un lado de mi yéndose como si no quisiera estar conmigo, prefieriendo mil veces estar con Hansolie, abrazandolo y mimandolo como siempre.

Deje escapar un sonoro suspiro ignorando la mirada confusa de Sehyuk. El muy tonto de Sangdo había olvidado su abrigo así que lo tome abrazando este de una forma que Sehyuk no lo notará.

—Nos vemos al rato —dije algo triste pasando a un lado de él diriguiendome hacia mi pequeño estudio donde había dejado mi celular.

No tarde más de 5 minutos cuando ya me encontraba entrando en la camioneta. Sangdo dormía con la cabeza recargada en la ventana del lado del copiloto. Cuando me subi a la camioneta y me acomode en la parte de atrás, note como se abrazaba intentando darse calor con los brazos. Pensé en darle su abrigo pero al final decidí no hacerlo. Se lo merecía por haberme llamado "Hojoon" y no "Hojoonie".

¡Te quiero solo para mi! [SangJoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora