Ambos se levantaron felices había una pequeña mueca en el rostro de Mikasa, Levi también estaba feliz pero su cara se veía indiferente típico, pero la azabache sabía que estaba feliz. Se levantó dispuesta a vestirse, hasta que se acordó de su compañía ya se estaba desabrochándose la camisa dándole la espalda a al azabache. Volteo la cara para verlo, estaba sonrojada y avergonzada, se tapó el pecho con la tela de la camisa, en su cara había un gesto de "¿Podrías salir? Por favor", el solo la veía un tanto sonrojado, con los ojos como platos, después esto cambió a una sonrisa sarcástica que decía "Vamos sigue", pero igual se levanto y cerro la puerta. Para encontrarse a Eren apenas queriendo abrirla, se quedó estático, pero cerró la puerta para decir.
-Dijo que se cambiaría de ropa -
Eren se sonrojo un poco de la vergüenza y se sentó a un lado de la puerta a esperar. A Levi le daba igual ahora, igual sabía que Mikasa ya no le corresponde a el ni el a ella.
Salió caminando y sólo unos cuantos metros después se encontró a Hanji caminando por ahí, trato de girar a la izquierda al otro pasillo pero la chica lo vio y rápidamente se le acerco.
-Oye Enano~- O por dios ella no, pensó - Parece que dormiste bien ¿Eh? - Dijo dándole con el codo.
Esta maldita loca, ¿Me espía? ¿O qué mierda le pasa? - Dejame en paz, estúpida cuatro ojos - Con una mueca de molestia.
-Aah... ¿Por qué eres tan malo Levi? ¿No puedes contarme de tus aventurillas?... ¡Pillo! - Le empezó a pinchar los cachetes con un dedo y con la otra mano le revolvió el cabello.
-Ya dejame... - dijo indiferente pero su paciencia estaba a tope.
-Ah... Que aburrido eres - lo soltó, ahora empezaría con lo verbal - ¿Sabes que si nadie sabe que es tuya? ¿Todos la reclamarán? - Dijo para retirarse, con una sonrisilla, sabiendo que esas palabras le habían provocado algo.
-¿Mía? - Pensó - Maldita... Tiene razón - susurro casi imprescindiblemente.
Con Mikasa
Eren había entrado y le había preguntado como se sentía, después Armin, todo normal por la mañana hasta que apareció Jean. Este siguiendo su propio consejo de ser "Varonil y fuerte".
-Mikasa vamos a cabalgar - No fue una pregunta, la agarro del brazo y sin que ella dijera algo se la llevo afuera. Caminando por loa pasillos al establo aun apretando su brazo. - Vamos Mikasa, si no acabamos nuestro paseo rápido no llegare al entrenamiento matutino - dijo, el ya sabía que la chica no se presentaría hasta dentro de 3 días.
Con Levi
El se encontraba limpiando el lugar de su caballo, mientras pensaba en que haría sobre lo que dijo Hanji. Cuando escucho que alguien venía, en realidad no le importo, pero escucho una voz familiar... Esa voz no podía confundirla.
-Tu... realidad no quiero hace...-Ya ni hablar la dejaba.
-Ya Mikasa ven... Te va a gustar- Decía insistente.
-¡Ya basta! - gimió - Me estas lastimando, olvida que vaya contigo- Se disponía a darle una bogetada cuando escucho esa voz autoritaria y varonil... Levi.
-Idiota ¿No deberías estar en el entrenamiento? - Dijo de brazos cruzados - ¡Vas 10 minutos tarde! ¡Hare que te dejen hacer 700 vueltas para mañana mas las rondas normales! - Estaba muy enfadado, se acercó y le dio lo abofeteo. Jean le dio miedo la simple y penetrante mirada de Levi lo intimidaba y lo hacia sudar, pronto salió disculpándose a toda prisa.
-¿Te hizo algo ese maldito? - Dijo sin voltear a verla.
-No... - El se volteó y examino su brazo, le daba mucha rabia ver como su fina y blanca piel se había marcado por los apretones y había quedado una marca rojiza.
-Ese maldito, ni siquiera sabe como tocarte. - Susurro a su oído. La chica se quedo muda. El pensaba que era una alma de guerrero atrapada en el dulce y hermoso cuerpo de una ninfa, era algo que debía ser tratado con delicadeza. Se acercó a besar, lamer y chupar su cuello de una lujuriosa manera.
-Levi... - Dijo la chica con la cabeza hacia arriba, había empezado a sonrojarse por las caricias de Levi. El se separó de ella y fue a seguir limpiando su caballo. En realidad no quería que parara pero igual, le dio algo de alivio ese hombre la hacía ruborizarse de la nada. Se acercó - ¿Te ayudo? - El solo termino de limpiar en ese momento y se acerco a ella.
-No. - La tomó suavemente de la mano, ella sin pensarlo solo recargo su cabeza en su hombro.
- No te vuelvas a dejar llevar... - fríamente mencionó - Porque si yo no estoy para defenderte... No se que pase - metió su cabeza en su cuello y con ternura aspiro su aroma.
-Esta bien...- Cerró los ojos lo único que quería era disfrutar ese pequeño momento.
Se fueron caminando por la puerta trasera de la fortaleza a un pequeño claro rodeado de flores, que estaba pegado y oculto a la pared de la fortaleza, ella se sentó de rodillas en las flores las cuales se movían al son del viento y hacían que a su cabello despeinarse, el la acorralo, recargando a la chica en el tronco de una árbol y la vio directo a los ojos. Los ojos oliva de Levi encantaban a Mikada la cual se sentía como un conejo al acecho de un lobo.
La chica se ruborizo, Levi no dejaba de mirarla y cada vez se acercaba mas a su rostro, mientras acariciaba sus mejillas, le encantaba que a ella se le ruborizaran las mejillas se veía realmente bella, la recostó poco en la pradera llena de flores sin despegarle la mirada, los árboles cubrían la luz del lugar haciendo de ese un momento hermoso, entonces la beso, la beso apasionadamente, como si necesitara eso, como si después de estar en un desierto pudiese gozar de el refrescante liquido vital, eso era para el ahora,la necesitaba la deseaba, no quería que nadie mas la tuviese, codicioso quizás, pero ese sería su pecado, no dejo de besarle mientras ella seguía su ritmo, nunca nadie la había tratado así, se sentía más fuerte al lado de Levi, el dejo de besarle los labios para bajar a su cuello y besarle con lujuria, ella era exquisita simplemente, ella sentía como si necesitara mas era placentero y exquisito, él estaba sobre ella era como si quisiera devorarle, en momento la dejo ella permanecía con la cara acostada de lado y dirigió sus ojos a el, el hizo que le mirara a los ojos (algo así como en la imagen pero aun acostados).
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-Eres un alma libre harás lo que quieras mientras estés conmigo, no te limitare, lo único que te prohíbo... Es amar a alguien más o entregarte a alguien mas... - Metió la cara a su cuello y susurro en su oído - No soportaría que me abandonaras... Matare al hombre que te toque.... Por que te quiero solo para mí... - la chica se sonrojo aun mas y su corazón iba a mil, ni Eren le hacía sentir eso y jamas lo haría. El susurro - Estoy dispuesto a cumplir con lo mismo... Solo no quiero que tu calidez me falte jamas... - ella tímidamente hizo que levantara su cara y preguntó.
-¿Por qué? - parecía querer llorar de felicidad una pequeña lágrima surco su mejilla, mientras ella posaba su mano en su mejilla acariciándole.
-Por que te necesito... - se acerco de para abrazarla fuertemente - Jamás te vayas de mi... Jamas - acomodo su rostro en su cuello aspirando su aroma.
-Lo juro... - dijo la chica mientras le besaba la frente a él.
-¿Qué sería de mí sin ti? Eres mi maldición, mi debilidad, mi fortaleza y mi necesidad.
