El sol se asomo por la ventana y Mikasa abrió pesadamente sus ojos tratando de acostumbrarse a la claridad, noto que estaba sola en su cama, se levantó y se frotó los ojos para después levantarse y lavarse, se vistió, por un momento iba a ponerse su uniforme pero recordó que ese día no haría los pasados trabajos a encomendados por la legión, en su lugar se puso un vestido de un azul fuerte y grisáceo con estampado de flores solo en la parte inferior, antes de salir tomó el camisón que Jean le había obsequiado y ya hacía desolado en el piso, lo junto y lo metió en el cajón de el tocador, cuando noto una pequeña caja de peculiar aspecto con un moño rojo pegado, era de madera en gran parte con forma de azucarera, de porcelana en su mayoría con flores pintadas con gran detalle y delicadeza, la tomo con cuidado como si fuese el mas fino objeto de el mundo terrenal, desprendió el moño y la abrió lentamente como si tratara de dar suspenso a su propia situación, la melodía sonó era suave y delicada, lenta y muy placentera, liberaba calidez, la azabache cerró los ojos y se tambaleó un poco hipnotizada por esa melodía que la llevaba a su pasado. Saliendo de su trance la dejo en otro cajón bajo llave, no se daría el lujo de perder tan valioso tesoro que seguramente fue otorgado por su amado.
Bajo las escaleras para encontrarse con los demás caminando alegremente por los pasillos, era el cumpleaños de Mikasa Ackerman, ella había salvado la vida de muchos y todos con gusto la felicitaron rebosantes de alegría. Se encontraba tan fresca como una margarita en primavera, no salía de la indiferencia ante algunos pero se notaba su buen humor, como si su esencia denotara que era mas feliz que nadie en ese edificio.
Salió caminando a las praderas cercanas, el viento hacía volar su vestido hacía adelante y movía sus finos cabellos hacia su cara. Los demás aprovechando esto se dedicaron a preparar todo para cierta celebración, Levi se encargaría de entretenerla.
Al acecho de esta, Levi se dirigía directamente hacia Mikasa, sigiloso como un lobo a punto de tomar una liebre se acerco hasta llegar a ella y levantarla por la espalda.
-¡Levi! - pataleo la chica y el la dejo en el piso. No contesto solo le dedico una sonrisa casi imperceptible y camino delante de ella en una señal de que quería que lo siguiera, solo le siguió los pasos, hasta llegar a un lago con un hermoso brillo reflejado en su cristalina superficie, el se quedó admirando increíble vista y ella se adelanto unos pasos mas que el y se sentó en la pastura.
La miro de reojo se veía hermosa con ese vestido que daba a relucir la palidez de su piel, se acercó de nuevo por la espalda y le mordió el hombro, a lo cual la chica solo respondió naturalmente con un espasmo y se le erizaron los vellos de la piel, después la tomo por la cintura para atraerla mas y sentarla en sus piernas y contemplar la vista sin mas que decir, los ojos de la chica tenían un singular resplandor y su cabello tan fino y delgado parecía bailar con el viento dejando al descubierto sus bellas facciones faciales, como sus pequeños y rosados labios, era bellísima.
Ella no lo volteo a ver estando recargada de espaladas en su pecho, solo podía percibir la calidez y de su cuerpo rozando su espalda y su brazo marcando su cintura, se sentía muy cálido casi como si el ambiente en el que estaba fuera imperturbable y apartado de las dolencias y lamentaciones de el mundo terrenal, protegida de dichas cosas se sentía en el lecho de su amante, cerro sus ojos y no quería saber mas de el mundo que la rodeaba, mientras estuviera aun protegida en el lecho de su amado.

Que mirada mas fría dedicaba Levi al mundo, casi como si hasta el mundo temiera su fiera mirada, la fiereza de su rostro solo se alejaba cuando observaba a su íntima compañera tan fuerte como el, se sentía tan frágil ante ella.
Noto que Mikasa estaba dormida, el estaría de guardia para ella siempre y para siempre, se recargo levente en el tronco a solo observar la calidez que emanaba en ese ambiente tan tranquilo y pacífico que le otorgaba la bella mujer que tenía a su lado.
Un rato después la chica habría pesadamente los ojos, parpadeando simultáneamente para acostumbrarse a la luz, sin mas volteo cruzando la mirada con Levi el cual esbozo una leve sonrisa, su mirada penetrante la hacia ruborizarse, el puso una mano en su mejilla y sin mas la beso en la frente delicadamente.
Después la recostó en el piso y metió su rostro en el cuello aspirando su esencia que tan adictiva le parecía, ella le abrazo metiendo sus manos bajo sus axilas para tomar sus codos de modo que el no se alejase de ella.
Recordando la noche anterior Mikasa sintió casi como si su alma se inquietará ante el contacto de su amado, lamió su cuello hasta llegar a su mejilla y paso a besar de manera presurosa y desenfrenada los labios, para bajar lentamente a el cuello de su vestido y desabrochar los botones, bajo un poco su camisa y mordisqueo de el cuello de la chica hasta su hombro, mientras la escuchaba jadear levemente, ella se levantó y tomó por sorpresa a Levi, lo abrazo y recargo en el tronco de el árbol y repitió sus acciones, le dejo descubierto el pecho sin quitarle la camisa, acaricio su pecho, tocando su trabajado abdomen para después poner una mano en su corazón y sentir los desbocados latidos, levanto la mirada y se cruzaron ambas, dejaron la lujuria de lado para darse un tierno abrazo al mismo tiempos, Levi se dio cuenta de que ya era la hora de la fiesta y levantándose se abrocho la camisa y abrocho la de ella, mientras caminaban a unos 5 minutos de llegar a el castillo, la atrajo hacía el de la cintura y musitó a su oído.-Feliz cumpleaños... - Para levantarla al estilo princesa y salir corriendo con ella hacia la entrada.