El diario de una Shipper ✩ VMon

「12」

Continuando con mi narración... Yo sé que quieren saber —guiño, guiño—

No me alteraré, me calmaré. No al spoiler.

ESTOY FELIZ Y CONTENTA CON EL VMON... Aunque sigo neurótica con ellos.

Estoy feliz querido libro 

Después de hablar con el profe Tae, nos pidió ideas recontra cursis para sorprender a NamJoon.

Así, que todas hicimos nuestro mayor esfuerzo y le dimos ideas como pa' vomitar arcoíris.

Pero él no le gustaron, dijo que eran demasiado extravagantes y que no tenían mucho tiempo para hacer todo eso.

Aunque a mi se me hace que es medio tacaño, Yerin dijo que Jin tiene dinero y mucho. Pero eso no es lo importante aquí.

Lo que terminamos haciendo, fueron corazones muchos corazones de papel; algo tipo origami y cosas así.

Nos fuimos al área de arte para hacerlo... por lo que perdimos el resto de las horas de clase.

TaeHyung nos justificó diciendo que hacíamos un trabajo extracurricular para subir nota.

Espero que sea cierto.

¡AUNQUE POR EL AMOR TODO LO VALE!

Sin embargo eso no quiere decir que realmente estuvimos haciendo esos adornos tan bonitos todo el tiempo... hubo ocasiones en los que nos distraíamos y terminamos haciendo cosas como jugar con los materiales y tomarnos fotos bien extrañas... podías encontrar fotos nacidas para ser memes o fotos así medio Tumblr.

Cuando terminamos... notamos que todo nos salió desigual porque no acordamos en como hacer los adornos de corazones.

Aquí lo que hicieron SinB y Yerin.

Aquí lo que hicieron Yuju y Umji.

Aquí lo que hicimos Sowon y yo.

Aquí lo que hizo el profe Tae.

Los últimos tres lo hicimos mejor - Inserte el corito de "Lie" -

Pero nunca olviden; la intención es lo que cuenta.

Todos estábamos así como felices porque parte de la sorpresa estaba completa.

Sin embargo, algo destrozó nuestros sueños y esperanzas...

¡Nisiquiera TaeHyung sabía dónde estaba NamJoon!

— ¡¿QUÉ?! — Gritamos todas al unísono cuando el profe TaeHyung nos contó aquello.

— ¡¿Quiere decir que no sabe nada de él desde hace dos días?! — Mencionó Yuju "calmadamente".

— Si... — Respondió.

— Pero, pero ¿Y su cita? — Pregunté.

— No arreglamos nada ese día...

— ¡¿Por qué?! — Habló Yerin.

— No lo sé, creo que fue mi culpa... sentí que alguien nos seguía y me distraje del verdadero motivo para la salida.

Me sentí culpable.

QUERÍA LLORAR.

SinB lo notó e intervino.

— Hay que preguntarle al profe Hoseok, tal vez él sepa algo. — Dijo.

— ¡Es cierto! — Se alegró Umji — Puede ir y preguntarle.

— No es tan fácil...

— Ahora ¿Por qué? — Preguntó Sowon — Ya confirmó que ellos no tenían nada ¿Cuál es el problema?

— Que no le agrado a Hoseok y seguramente no me dirá nada.

— Entonces iremos nosotras — Dijo SinB tomándome del brazo — Ahora volvemos.

Mencionó sin más, antes de sacarme del salón.

— Fue mi culpa — Murmuré por lo bajo.

— Lo supuse — Respondió sin dejar de caminar ni soltarme — Pero no solucionaremos nada llorando, hay que arreglar la situación.

Ay, por eso es mi amiga.

— Gracias — Dije antes de sonreír.

— Ahora no nos hagamos las pendejas y busquemos al profe Hoseok.

Como SinB lo dijo, buscamos al profe Hoseok y lo encontramos... Con el profesor Jimin.

( ͡° ͜ʖ ͡°)

¿Ya dije que amo a mi secundaria? Pues ahora lo reafirmo.

— Eh, perdón por interrumpir — Dijo SinB declarándose la garganta.

— Ah, si. Niñas ¿Qué sucede? — Preguntó el profe Hoseok tomando una postura más varonil.

No pude evitar reír por lo bajo.

— Disculpe, pero ¿Alguno de ustedes sabe dónde está el profesor NamJoon? — Pregunté.

— ¿Por qué?

— Bueno... — Quise decirle que el profe Tae lo buscaba para darle duro contra el muro y suave contra el pavimento; pero SinB me ganó.

— Nos debe una explicación acerca de un tema en especial que nos prometió hablar.

— Vaya... eso no lo sabía. — Confesó el mayor — No sé dónde está ahora... pero tal vez dentro de una hora estará en la estación de tren de camino a busan, allí lo pueden esperar; esperen... ¡¿No deberían estar en clase?!

— Eso es suficiente, gracias. Adiós — Dije llevándomela del salón.

Corrimos hasta la sala de artes y les contamos todo lo que pasó.

— ¡A LA ESTACIÓN DE TREN! — Habló el mayor, lo acompañamos a su camioneta llevando los adornos y nos disponíamos a subir hasta que... — Chicas... Ustedes aún tienen clases.

Y allí fue cuando mandamos a la verg* todo y nos subimos a la camioneta.

No nos íbamos a perder el desenlace de esta historia.