LA LUZ DETRÁS DE TUS OJOS

ULTIMA ESPERANZA

Chester estaba sentado en la sala de espera mirando a la nada.

Los sucesos previos todavía daban vueltas en su cabeza. En cualquier momento vendrían a buscarlo para llevarlo al quirófano para empezar con la operación.

Suspiró y cerró los ojos tratando de pensar en positivo. Una parte de él sabía que iba a estar todo bien, simplemente lo presentía, pero otra parte era un poco más realista y era consciente de que era una situación más que compleja.

Suspiró una vez más y levantó la cabeza cuando escuchó los pasos de gente que se acercaba a él.

Venía una enfermera con ropa en las manos y detrás de ellos venían Brad y Rob, con caras que trataban disimular el terror de lo que estaba a punto de pasar.

Chester se paró antes de que llegaran y la enfermera se acercó a él.

“Entra a ese cuarto, quítate la ropa y ponte esta bata” dijo ella dándole a Chester una bata con unas pantuflas encima de ella y señalando hacia una de las puertas que estaba cerca de ellos.

Él asintió y entró al cuarto a hacer lo que le habían dicho. Estaba a punto de entrar al quirófano y no podía sentirse más nervioso, pero estaba ansioso también, de sólo pensar que Mike podría sobrevivir luego de esta operación.

Aun así no quería aumentar mucho sus expectativas, era consciente que esta era una operación más que compleja y siempre existía la posibilidad de complicaciones.

Rob le había dicho que el procedimiento duraría entre 4 y 8 horas, y que no le trasplantarían el pulmón completo, sino que sólo una parte para reemplazarla en el pulmón de Mike que todavía estaba funcionando pero que había comenzado a deteriorarse.

Se quitó la ropa temblando, no se había dado cuenta hasta que notó que le estaba tomando más tiempo de lo normal desabrocharse los botones de la camisa.

Cerró los ojos y respiró profundo, tratando de calmar sus nervios, antes de continuar desvistiéndose. Cuando por fin se quitó toda la ropa, la dobló y se puso la bata junto con las pantuflas antes de salir de nuevo donde estaban Rob, Brad y la enferma esperándolo.

Rob le sonrió cálidamente, tratando de transmitir calma en su sonrisa.

Chester sonrió también y dejó la ropa sobre una silla. “¿Está listo?” preguntó la enfermera palmando la camilla, indicándole que tenía que acostarse.

Chester asintió y se subió a la camilla mirando todavía a sus amigos. “Va a estar todo bien, Chessy” dijo Rob tomándolo de la mano.

Chester la apretó con fuerzas, “No dejen que le pase nada a Mikey”. Brad asintió y junto a Rob siguieron a la enfermera con la camilla hasta el quirófano.

“Nos vemos más tarde” dijo Brad dándole unas palmadas a Chester en el brazo y él le sonrió.

Miró por última vez a sus amigos y se dejó llevar por la enfermera. Cuando llegó, la luz en el lugar lo cegó, era todo completamente blanco y estéril, había olor a desinfectante y prácticamente lo estaba mareando.

Dejaron la camilla bajo una especie de reflector y vio a los médicos y enfermeras moverse hacia todos lados preparando las herramientas necesarias. Giró la cabeza y vio a Mike en la camilla continua a la de él.

Estaba en coma, por lo que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Chester sintió una lágrima recorrerle el rostro al verlo allí tan vulnerable. Una parte de él todavía sentía que no estaba haciendo lo correcto, que Mike iba a odiarlo por ir en contra de sus deseos, pero el egoísmo le ganó.

Necesitaba a Mike vivo, lo necesitaba en su vida e iba a hacer hasta lo imposible por lograrlo. Respiró profundo y estiró el brazo para tomar la mano de Mike. Sonrió al sentir el tacto y luego tuvo que dejarlo ir cuando la enfermera se acercó a él para ponerle una mascarilla.

“Esto es anestesia” explicó ella, “No la luches, si sientes la necesidad de dormirte, hazlo” dijo ella sabiendo que, obviamente, Chester iba a sentirse adormilado.