Espárragos

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Confusión, era lo que abundaba en la mente de Tweek, se sentía mareado, caminaba lentamente, tambaleándose cual ebrio, salió de la preparatoria, ala lejanía lo observo, Kenny, quien por mera coincidencia estaba cerca.

El rubio trato de alcanzar a su amigo, notando que no se encontraba para nada bien, por su parte Tweek trataba de alejarse lo más rápido que podía de la preparatoria, la cual habia sido testigo de la bajeza que acababa de perpetuar, no le hubiese tomado por sorpresa si Craig le hubiese alcanzado para romperle la cara, considerando lo que hizo, lo merecía.

Iba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera miro a los lados al cruzar la calle, Kenny corrió tan rápido como pudo quería impedirlo, pero como si de la escena más tétrica se tratase, el cuerpo del rubio fue impactado por un auto que iba a toda velocidad, el cual ni siquiera se detuvo a ver a su víctima, solo siguió de largo, cuando Kenny se acercó, al lugar, el cuerpo de Tweek se encontraba del otro lado de la acera, sabía que no podía seguir con vida, el golpe fue muy fuerte, debajo de Tweek, había un gran charco de sangre, las piernas le temblaban, las manos le sudaban.

Por su mente pasaron mil y una cosas, entre ellas, que le diría a los padres del rubio, de un momento a otro simplemente no estaba más, pero y si tan solo, si tan solo se volvía a levantar como aquella vez, y como si de un acto de magia se tratase, del rubio comenzaron a salir quejidos, y comenzó a moverse, su cuerpo comenzó a acomodarse a como estaba.

- Gaahh demonios, duele más de lo que me imaginaba.

- Tweek, ¿Estás bien amigo?

Con suma dificultad el rubio se levantó del suelo, su ropa escurría sangre, de su boca salia el líquido, más que asustado parecía más consiente de la situación o al menos eso creía Kenny, quien observaba cuidadosamente, el rubio se puso de pie, su mirada se impuso en su contrario.

- Dime que esto es un sueño

- Tweek, yo quisiera.

- Aghh demonios.

El hilo que tenían ambos en su mano se tornó oscuro, en un azul más profundo, los iris de sus ojos brillaban, era casi imperceptible para cualquiera pero ambos tenían los ojos de distinto color, ambos presentaban Heterocromia, algo extraño tomando en cuenta que sus ojos siempre habían sido de un mismo color, ahora ambos tenían un ojo celeste y otro turquesa, Kenny quería guardar la calma lo que menos quería era asustar al rubio.

- ¡¡Maldita sea!!

- Calma Tweek, no pasa nada.

- Mi pantalón favorito, demonios, mi cazadora también.

Kenny creyó que al rubio, le preocuparían otras cosas, pero al contrario lo que parecía importarle era que su ropa estaba rasgada e inservible, no pudo evitar reír ante la escena.

- ¿Que te parece gracioso Kenneth?

- Te preocupa tu ropa, pero no lo que pasó?

- No tengo idea de que pasa o por que no muero, pero si mi ropa terminara así cada vez, dejare de usar lo que me gusta.

- ¿No te asusta?

- Claro que sí, pero dime, ¿Que puedo hacer?

Kenny entendió que Tweek tenía toda la razón del mundo, por más que le preocupara lo que sucedía no había mucho que pudiese hacer, pero solo talvez alguien tendría la respuesta,los señores Tweak, ellos debían tener una pista, pero ellos irían hasta dentro de 10 días, por lo mientras tendrían que tener cuidado, talvez una de esas veces Tweek no podría volver, de repente Kenny cayó en la cuenta que en todo ese tiempo, no había muerto, no sabía si tenía algo que ver pero le era extraño.

Sabor AmargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora