Hace dos años, en la mansión de los Buenavista.
Claudia Buenavista, fue quien dio inicio a mi peor pesadilla, es una lástima que fuera la madre del chico de mis sueños. Ivan, Ivan Buenavista.
"¿Cómo era posible que alguien como ella pudiese tener a un hijo como él? Misterios de la vida que nadie puede explicarse, quizá".
— ¡Oye tú, criada! — me ordenó en el momento en el que me puse por primera vez aquel uniforme color gris.
Levanté mi mirada, venía de aquel cuarto de servicio en el que me habían hecho bañar y además me revisaron meticulosamente el cabello para asegurarse de que no tuviese pulgas o piojos. Recuerdo muy bien que al levantar mi mirada, no me topé con la propietaria de aquella voz que se dirigía a mí de manera despectiva... sino que en su lugar, mis ojos lo vieron por primera vez.
Y no voy a mentirles: "Lo vi, lo vi a él y lo vi como si fuera la primera vez que veía."
Evidentemente me quedé perpleja, sin habla...— ¡Te estoy hablando criada!— gritó una vez más y en ese momento, aquel joven se encontraba mirándome junto con una hermosa chica de ojos claros y hermosos, la cual venía agarrada de su brazo.
— Hola señora Buenavista, ¿cómo se encuentra? — le preguntó aquello la chica con la que venía el joven, el cual solo se había quedado mirándome sin decir nada durante todo ese tiempo. Fue incómodo, pero por alguna razón, a pesar de que no estábamos solos, era como si en ese momento todo a nuestro alrededor se hubiese congelado y fuésemos los únicos en el planeta Tierra.
— ¡Oh! Nicole, querida, me alegra tanto verte. Lamento que me encuentres gritando de esta forma, pero ya sabes... hay criados que son tan incompetentes que se les tiene que hablar fuerte para que escuchen. — después de decir aquello, ambas mujeres se encontraban viéndome.
— Tú debes de ser la nueva sirvienta. — comentó la hermosa joven. Cabe mencionar que aquella joven y él, Ivan, lucían de mi edad por lo cual supuse que no nos llevábamos muchos años de diferencia.
— Ah... sí soy...— estuve apunto de responder, pero en ese momento, Ivan se animó a hablarme después de que durante todo ese tiempo no había dejado de mirarme.
— ¿Cuál es tu nombre? Supongo que no se llama ni criada, ni sirvienta.— hizo énfasis en aquellas palabras, era como si hiciera un reclamo a su madre y a aquella chica, las cuales se habían dirigido a mí con desprecio.
— No, para nada me llamo así. — sonreí agradecida con él — Soy Julieta, Julieta Moore. — dije aquello con orgullo y en ese momento Claudia me lanzó una mirada altanera.
— No nos importa, no debe de importarte, hijo. Solo es una sirvienta más. — comentó aquello.
— Ivan, siempre eres tan educado y respetuoso, eso es algo que me encanta de ti. — eso lo pronunció la joven, fue en ese momento en el que me enteré del nombre de aquel chico y fue también el momento en el que me di cuenta de que ambos eran pareja, pues justo después de decir aquello la chica se acercó a él para depositar un beso en sus labios de forma corta.
— ¿Sigues ahí parada? ¿Qué esperas? Ve a arreglar la habitación de mi hijo. — aquellas fueron las palabras de la señora Buenavista.
Recuerdo que fui a aquella habitación, entré por primera vez a aquel lugar en donde aquel hombre del cual terminaría completamente enamorada dormía. Unas maletas se encontraban en aquella habitación, tal parecía que el joven heredero, hijo de los Buenavista había regresado aquel día de un viaje y yo tenía que encargarme de arreglar su habitación y desempacar sus maletas. Abrí el cajón de su ropa interior y comencé a ordenar todo.
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Cadenas Rotas [Idea Original de EmiiProductions19]
RomanceIdea Original de: EmiiProductions19 Escrita por: Reneé Zeta Sinopsis: Esta historia empieza quizá como la típica historia de Cenicienta, Julieta es una joven que está enamorada del hijo de sus patrones, Iván Buenavista. Ella desde siempre ha vivid...