Michael Ore: El Nacimiento de Una Leyenda

Cap. 17

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Sam y Mike iban adelante, Mike llevaba a Ámbar en su espalda. Estaba dormida y todo el grupo también, Mike vino callado, pensando todo el camino. Sam tampoco se quedaba atrás ¿Qué hacían esos bandidos allí y como era que sabían que ellos estaban ahí?

Claro que ya se sabía de su existencia desde antes, pero nunca habían estado tan cerca del reino...no hasta ahora.

Sin embargo, en la mente de Mike las cosas eran algo diferentes, no podía dejar de pensar en lo que le hubiesen hecho a Ámbar, no se podría perdonar si una cosa como esa le llegase a pasar.

Mike: *viendo a Ámbar* Rayos, eso estuvo cerca. No sé qué haría si te llegase a pasar algo.

Sam: *acercándose* Oye Mike, quédate tranquilo ¿sí?

Mike: Lo estoy Sam.

Sam: ¿Seguro?

Mike: Sí.

Sam: Esta bien, solo para dejártelo claro esto no te afectara. Esos sujetos son tan...argh...que no importa si mueren.

Mike: ¿En serio?

Sam: Claro, así que no te preocupes *volviendo con Alan*.

Mike: Bueno, supongo que eso debía tranquilizarme.

Ámbar: *dormida* Mike *apretando un poco más a Mike*.

Mike: Es peligroso tenerte aquí, ya pensare algo más adelante. Pero por ahora solo duerme *sonriendo*.

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Ya en el reino el grupo paro en la casa de Mike para principalmente solo dejar a Ámbar, pero Sam le dijo que se quedase y que descanse que él se iba a encargar de Nolan.

Mike: No lo sé, siento como si necesitase ir yo también.

Sam: Tranquilo, nosotros dos no encargaremos.

Alan: Ahora ve y cuida de Ámbar.

Mike: Nunca dejare de hacerlo.

Sam: Adiós.

Alan: Hasta luego.

Mike cerró la puerta y fue a sentarse en el sofá de la sala. Hacía ya mucho tiempo que él no dejaba que nada le pasase y no iba a comenzar hoy ni nunca.

Cerro los ojos y echo la cabeza hacia atrás, quería quitarse la preocupación de la cabeza...pero como ya sabemos eso no pasara.

Sintió que algo hacia presión sobre sus piernas, luego en su pecho y al final rodeaba su cuello. Al abrir sus ojos vio a Ámbar dormida sobre él y con su cara recostada sobre uno de sus brazos.

Mike: ¿Puedo saber qué haces aquí?

Ámbar: No podía estar tranquila...así que vine contigo.

Mike: Oh...ok.

Ámbar: Aunque ahora que se me quito el sueño...*comenzando a sonrojarse* quisiera preguntarte algo.