Michael Ore: El Nacimiento de Una Leyenda

Llegando al fin

Un año y medio había pasado desde que Michael se había ido. Supuestamente el escuadrón que fue al campo de entrenamiento y el volverían en dos meses, pero al pasar cinco meses sin tener noticias de ellos Nolan envió fue junto a su guardia real para ver que sucedía.

La imagen fue una que ningún líder quisiera ver...casi todos estaban mutilados.

El lugar contaba con cuatro cabañas grandes y dos almacenes con provisiones, y todo esto era rodeado por un domo de energía que era incapaz de romperse...o al menos hasta ese momento eso se creía.

Algunos cuerpos colgaban de los árboles, colgados boca abajo con toda la parte inferior abierta dejando ver los intestinos y demás órganos como eran comidos por aves y/o moscas.

Pero cuatro cuerpos no fueron encontrados, los de Mike, Alan, Sam y un soldado más conocido como Víctor.

El equipo de Michael fue el que tuvo el deber de darles las noticias a Ámbar puesto que Nolan había partido personalmente junto con un ejército de diez mil hombres para comenzar la búsqueda.

Al principio Ámbar pensaba que tal vez los que hicieron ese horrible acto tomaron a su hermano y lo torturaron hasta matarlo...inmediatamente borro esa idea de su cabeza. Luego pensó ¨Es Michael...es imposible que le pase algo a él ¿no? ¨.

Sim embargo la duda la comenzaba a llenar la cabeza de Ámbar a medida que pasaba el tiempo ¿Y qué pasaba si de verdad el no pudo? ¿Y si ahora está muerto...quien la protegerá?

Tania dijo que junto a las gemelas se encargarían de ellas, pero que pasa si a ellas le pasa lo mismo que a Mike y desaparecen.

Así que esa fue la única respuesta que necesito para hacerse saber que no dejaría que le pasase lo mismo que a Michael. A partir de ese día ella comenzó a tener algunas clases de ¨entrenamiento¨ con el equipo de su hermano. Sorprendentemente ella demostraba tener una cualidad de aprendizaje aun mayor que el de su hermano en el ambiente de las armas. Nuestra amiga rusa quedo sorprendida al ver que en menos de lo que canta un gallo llego a disparar todas las armas de práctica.

Recuerdo la cara que había puesto, lastimosamente las cámaras no son un recurso sencillo de encontrar porque osino tendríamos una cara muy graciosa para matarse de risa.

Ahora ella está saliendo de una junta de equipo que realizo Tania para hablar ¨Cosas de chicas¨.

Ámbar: Hasta luego chicas.

Tania: Cuídate pequeña *mostrando su buen acento*.

G. Konoe: Adiós Ámbar.

El camino a casa se había vuelto algo largo ya que debido al ataque sorpresa, así denominada la masacre del campamento, decidieron mover a Ámbar a una habitación un poco más segura. La seguridad en las calles había aumentado, no podías dar tres pasos sin encontrarte a uno de los guardias reales. La situación en el reino no había mejorado.

Al llegar cerro con llave y colgó su abrigo preparándose para tomar una ducha. Yendo a la que era la antigua habitación de su hermano y ella a cambiarse la ropa por una bata blanca.

Ámbar: *entrando al baño y abriendo la llave para llenar la tina* Esta noche esta algo fría.

Luego de haberse llenado la bañera Ámbar entro y se dedicó a relajarse, hoy el día había estado algo cargado y necesitaba aflojar los músculos.

Pasada ya la ducha, al salir del baño escucho un ruido como de vidrios romperse. Al salir a ver que era se encontró con su ventana rota por una piedra, la cual tenía una nota.