Mi Odioso Jefe (Bill Skarsgard y tu)

17.

-Buenos días Señor Skarsgard ¿viene a ver al Señor Cárter?- dijo la señorita tratando de ocultar sus nervios.

-No, solo vine a ver que cara ponía usted al verme- dijo con un tono de sarcasmo.

-Entiendo, permitame un segundo, en seguida los anuncio- la señorita tomo su teléfono -Buenos días Clarisa, el señor Skarsgard esta aquí... enseguida, el señor Cárter los recibira, esperen unos minutos, si gustan tomar asiento- señalo hacia los sillones.

Nos volvimos a sentar para esperar no se que cosa y honestamente no quería preguntar, pasaron 2 minutos y de repente una hermosa mujer de unos 30 años apareció enfrente de nosotros, era un poco baja, de piel blanca, cabello negro azabache, unos hermosos ojos verdes y un cuerpo escultural, cielos con estos pensamientos ya hasta parezco lesbiana pero en fin, la mujer nos sonrió ampliamente provocando que Jack y el señor Skarsgard se pararan por lo cual nosotras hicimos lo mismo.

-Hola Jack- dijo abrazandolo.

-Hola Clarisa- dijo Jack correspondiendole el abrazo, se separaron y se acerco al señor Skarsgard.

-Hola Bill- dijo abrazándolo de igual manera.

-Hola Clar- dijo el señor Skarsgard como si le tuviera un gran cariño a la chica lo cual me sorprendió mucho.

-Mira Clarisa te presento a Gema y a _____- dijo Jack mientras nos hacia acercarnos a la chica la cual nos dio un abrazo a cada una.

-Hola encantos, yo soy Clarisa, la otra mitad de Harry- nosotras la miramos confundida -Ya saben la mantequilla de su pan, su mano derecha, jejeje es broma pequeñas- dijo agarrando nuestras manos.

-Mucho gusto Clarisa- fue lo único que pude decir ya que de verdad esto fue raro.

-Bueno si gustan acompañarme Harry ya los esta esperando- empezó a caminar y todos la seguimos.

-Cariño ¿no planeas quitarte esa cosa?, esta haciendo mucho calor- dijo Gema refiriéndose a mi chaqueta, honestamente me estaba asando pero no quería que nadie me viera los moretones.

-No corazón, así estoy bien- dije tratando de parecer segura.

Ella me miro mal pero no dijo mas, subimos a un ascensor que se veía muy pequeño, involuntariamente apreté la mano de Gema, ella me miro e inmediatamente entendió el problema, Gema estaba a punto de hablar pero rápidamente Clarisa nos jalo para que entráramos, después entro el señor Skarsgard y Jack, me sentía demasiado sofocada, trataba de tranquilizarme recordando las palabras de mi doctor "si quedas atrapada en un lugar pequeño o tienes miedo solo cierra los ojos y piensa en un lugar abierto, un parque o un campo lleno de flores" y así lo hice, cerré los ojos y empece a pensar en un campo abierto, estaba perdida en mi pensamiento que no me di cuenta en que momento llegamos a nuestro piso, abrí mis ojos en cuanto sentí las miradas de todos en mi.

-Señorita Black, deje de viajar al país de las maravillas y concéntrese en su trabajo- dijo el señor Skarsgard mirándome fijamente.

-No la regañes Bill, unos segundos de fantasía no le hacen daño a nadie- dijo Clarisa sonriéndome.

-Bueno vamos a bajar o aquí nos vamos a quedar todo el día- dijo Jack con una sonrisa.

Todos asentimos y bajamos, caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una puerta enorme de color caoba, Clarisa toco 2 veces y sin mas entramos a un tipo estudio, en una silla enfrente de un escritorio estaba un hombre de unos 35 años, alto pero no mas que el señor Skarsgard, de pelo rubio, muy delgado y de piel bronceada, sus ojos eran como negros, nos acercamos a este y nos sonrió ampliamente a mi y a Gema, honestamente este hombre me daba mucho miedo.

-Jack, Bill que gusto de verlos- dijo acercándose a Jack y al señor Skarsgard para abrazarlos.

-Hola Harry- dijeron los 2 al unison.

-Que bueno que ya llegaron, ya tengo listo todo, pero primero Bill te tengo que entregar esto- dijo Harry entregándole un enorme libro.

-¿Es el libreto?- dijo el señor Skarsgard impresionado.

-Si, para mas comodidad viene separado por días para que puedas aprendértelo por día y no todo de un solo golpe- el señor Skarsgard asintió.

-Bueno galanes ¿podemos ver todos los detalles?- dijo Clarisa acercándose a ellos.

-Claro, Gema puedes retirarte, al rato te pongo al tanto- dijo Jack con una sonrisa

-Claro que si Jack- dijo Gema con una sonrisa.

-Señorita Black, usted también se puede retirar, no puede salir del edificio, si quieren esperen en la recepción y señorita Black, llévese esto y mi celular- dijo señalando al libreto que honestamente se veía muy pesado.

Me acerque y como pude lo agarre al igual que su celular, salimos apresuradamente del estudio, volvimos a caminar por el largo pasillo hasta el ascensor y cuando Gema estaba a punto de llamarlo tosí falsamente.

-Cariño, crees que exista la posibilidad de irnos por las escaleras- dije haciendo voz de niña pequeña lo cual provoco que Gema riera.

-Claro que si amor- dijo con una sonrisa.

Nos dirigimos a la puerta que tenia un letrero que decía "escaleras de emergencia", soy claustrofobica así que esto catalogaba como una emergencia, empezamos a bajar y vi que Gema me miraba raro.

-¿Que sucede hermosa? ¿porque me miras así?- dije mirándola fijamente.

-Ya me vas a decir ¿porque traes esa chaqueta?- dijo arqueando una ceja.

-Vale- le di un pequeño resumen de lo que paso y esta me miro furiosa.

-Pero que se a creído este idiota, no puedes permitir que te haga eso _____- yo la mire afligida.

-No te preocupes cariño, el se disculpo después por su actitud- mentí para que mi amiga no se alterara mas.

-Ok, enséñame tus brazos- yo me negué pero ella me miro mal así que deje un momento en el piso el libreto y me quite la chaqueta, en cuanto vio los moretones sus ojos se abrieron como platos.

-¿Se ven muy mal?- dije un poco preocupada.

-Algo pero no te preocupes, tengo la solución perfecta para esto, pero de que no te pones esa chaqueta otra vez no te la pones- yo asentí sin entender.

Guarde el celular del señor Skarsgard en mi bolsa y recogí el libreto y después seguimos bajando las escaleras, en cuanto llegamos al ultimo me lamente de tener claustrofobia, estaba super cansada, salimos por la puerta y la secretaria nos miro con preocupación, no le dimos importancia y nos sentamos en los sillones.