21.

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Pasamos mucho tiempo estudiando y practicando ya que el señor Skarsgard me hacia decir la linea de los otros actores para poner a prueba si de verdad ya se había aprendido todo lo del día 1 y 2 de memoria, honestamente a mi me sorprendía la gran memoria que tenia el señor Skarsgard ya que si a mi me encargaran aprenderme eso de memoria de seguro me despedirían ya que yo no tengo muy buena memoria.

Seguimos ensayando hasta que dieron las 8 de la noche, honestamente ya me sentía cansada y con mucha hambre, mire por unos segundos al señor Skarsgard y el se veía igual que yo, de tan solo pensar que así seria todos los días de los próximos meses me hacia sentir un enorme escalofrió.

-Señorita Black pida algo de cenar, tengo hambre- dijo mirándome fijamente.

-¿Que desea cenar- dije seriamente ya que a el parecía no gustarle que le sonriera.

-Un filete de res con ensalada de lechuga y jitomate, la ensalada sin ningún tipo de aderezo y la carne la quiero termino medio con poca grasa y de beber quiero un te orgánico- yo lo mire un poco asombrada pero no dije nada.

Solo asentí y sin mas me levante de mi lugar para dirigirme al teléfono y marcar a la recepción, me sentía un poco nerviosa ya que sabia perfectamente que ahorita contestaría el otro imbécil que ni si quiera acordarme de su nombre, marque y me contestaron inmediatamente.

-Buenas noches ¿en que le puedo servir- dijo una voz femenina lo cual se me hizo extraño.

-Buenas noches deseo ordenar servicio a la habitación- dije un poco mas tranquila agradeciéndole a Dios que no me contestara el chico impertinente.

-Dígame su orden- la escuche soltar un suspiro.

-Un filete de res con ensalada de lechuga y jitomate, la ensalada sin ningún tipo de aderezo y la carne que sea termino medio con poca grasa y de beber un te orgánico, lo siguiente seria un sándwich con papas y un jugo de uva, si al las papas le pueden agregar queso seria perfecto- dije con una enorme sonrisa en mi rostro.

-¿Que habitación?- dijo con voz amable.

-Suite uno por favor- sentí la mirada penetrante del señor Skarsgard, suponía que por que el no es amable no le gusta que nadie sea amable.

-Muy bien, le subiremos su orden en veinte minuto ¿esta bien?- sentí mi estomago rugir ya que ya tenia hambre pero no me quedaba de otra mas que decir que si.

-De acuerdo señorita, muchas gracias- dije con una sonrisa.

-De nada señorita- y sin mas colgó.

-¿Que le  dijo?- dijo el señor Skarsgard sin mirarme ya que estaba viendo su celular.

-Que en veinte minutos nos suben nuestra comida- dije con voz de sufrimiento, el puso cara de fastidio, supuse que es porque ya tiene hambre al igual que yo.

-Muy bien, bueno señorita Black ya sabe la rutina y esta ves no se ponga esas prendas a las que usted les llama pijamas, póngase mejor una de las que le trajo su amiga supongo- esta vez levanto la vista para verme fijamente por lo cual yo solo asentí.

Camine hacia donde estaba el armario y saque de nuevo la pijama roja, fui hacia mi cajón de la ropa interior y saque un conjunto de ropa interior rosa con encaje negro, tome unas sandalias de color rosa y sin mas me metí al baño, deje mi ropa bien doblada sobre el lava manos para después desmaquillarme, trate de quitar el maquillaje de mis brazos pero no pude, de repente recordé que Gema me había dicho que solo se quitaba con un desmaquillante especial.

Me quite todas mis prendas y las deje en el cajón que decía ropa sucia, mire la bañera y me dieron muchas ganas de meterme en ella pero luego recordé que traerían la comida en 20 minutos así que resignada abrí las llaves de la regadera, espere unos minutos a que se calentara y me metí a bañar, después de unos minutos salí y rápidamente me seque, me vestí para después secar mi cabello y amarrarlo en una trenza, en cuanto estuve lista salí y vi que el señor Skarsgard estaba acostado en la cama con los ojos cerrados.

Supuse que se había quedado dormido ya que desde hace rato se veía bastante cansado, me senté en uno de los sofás para esperar la comida, pasaron 5 minutos y alguien toco la puerta, me dirigí a esta para abrir y en cuanto lo hice vi que era el chico impertinente, el odioso de Alexander.

-Hola buenas noches señorita, le traje lo que ordeno- dijo mirándome de arriba a abajo para después morder ligeramente su labio, asqueroso pervertido.

-Deje todo en la mesa de allá- dije hablándole secamente mientras señalaba la mesa donde habíamos estado ensayando.

Cerre la puerta y me dirigí a la mesa para quitar el guion y dejar a Alexander hacer su trabajo, el acomodo todo en un minuto, en cuanto termino vi que volteo a ver al señor Skarsgard y una enorme sonrisa se dibujo en su rostro.

-Así que el león ya se durmió hermosa- susurro para no levantar al señor Skarsgard.

-Y eso a ti que te importa, si ya terminaste tu trabajo te puedes retirar- dije totalmente seria ya que no quería que se despertara el señor Skarsgard y pensara mal de mi y se repitiera lo de hace unas horas.

-Oh vamos encanto, aprovecha que tu jefe ya se durmió y dame un beso- se acerco lentamente a mi, yo no me moví ni un segundo de mi lugar.

-Vete si no quieres  tener un problema- el me miro con una sonrisa de autosuficiencia.

-Sabes que te mueres por que te bese- susurro en mi oído  mientras me sujetaba de la cintura provocando que un escalofrió recorriera todo mi cuerpo.

-Oh te vas inmediatamente o te juro que voy a gritar provocando que el señor Skarsgard se despierte y entonces si que tendrás un problema- dije mientras quitaba sus manos de mi cintura y lo empujaba ligeramente.

-Tranquila encanto, esta bien ya me voy pero necesito que me firmes esta hoja y de preferencia con tu nombre- dijo dándome un guiño lo cual provoco que me enojara.


Mi Odioso Jefe (Bill Skarsgard y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora