Mi Odioso Jefe (Bill Skarsgard y tu)

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Saque toda mi ropa del armario, de los cajones e incluso tome la ropa sucia ya que no quería dejar absolutamente nada, en cuanto termine voltee a ver al señor Skarsgard que seguía hablando por teléfono con Clarisa, honestamente ya no se veía tan molesto, me dirigí hacia mi cajón donde guardo las cosas para mis dibujos y lo tome todo hasta las cosas que me regalo el señor Skarsgard ya que se las iba a devolver, baje mis maletas de la cama y espere a que el señor Skarsgard terminara de hablar.

Pasaron unos minutos hasta que el señor Skarsgard colgó, dejo su celular sobre la mesa y en cuanto me volteo a ver su ceño se frunció, vi que miro detenidamente mis maletas.

-Muy bien señor ya estoy lista- dije tratando de parecer tranquila aunque me sentía un poco angustiada.

-¿Que cree que esta haciendo señorita Black?- dijo mirándome confundido lo cual me hizo sentir enojada ¿y a este que bicho le pico?.

-Prepare todas mis cosa para irme, le entrego lo que me regalo y sobre mi pago por este tiempo quisiera saber ¿como me lo van a pagar?- le entregue lo que me había regalado y este negó mientras me miraba fijamente.

-¿Y quien le a dicho que se puede ir?- dijo mirándome como un completo psicópata.

-Usted me dijo que en cuanto llegáramos al hotel guardara todas mis cosas para regresarme esta misma tarde a los ángeles ya que me despidió- no se porque pero al librarme de el me sentía feliz pero a la vez triste.

-Cambie de opinión, quiero que en este mismo momento ponga sus cosas en su lugar, se de un baño y se arregle para que bajemos a desayunar con Jack y su amiga- yo lo mire con lo ojos bien abierto ¿había escuchado bien?.

-Discúlpeme señor Skarsgard pero no le entiendo bien, podría ser un poco mas claro- dije tratando de controlar mi respiración que había aumentado.

-Por todos los cielos señorita Black no me haga arrepentirme de haber cambiado de opinión sobre el despido- yo solté un suspiro de frustración, tenia tantas ganas de soltarle un golpe en la cara con el puño cerrado.

-Por eso no se preocupe señor Skarsgard, no se va arrepentir, porque en este mismo instante yo renuncio- puse mi voz firme por lo cual el señor Skarsgard soltó una gran carcajada.

-Señorita deje de bromear y haga lo que le estoy ordenando- yo negue con la cabeza mas que molesta.

-Si se lo quiere tomar como broma ese es su problema, usted cree que después de como me trato anoche voy a seguir trabajando para usted, si eso es lo que cree usted esta bien loco- de repente este me tomo de los brazos bruscamente.

-Mucho cuidado con lo que dice, usted no sabe con quien esta tratando- dijo bajando la voz provocando que sintiera un escalofrió.

Me sentía tan enojada que no se como le di un golpe en la mejilla provocando que me soltara, supuse que había sido muy fuerte ya que la palma de mi mano me hormigueaba, el señor Skarsgard me volteo a ver mas que sorprendido.

-Nunca mas en su vida usted me volverá a tocar o a maltratar ¿entendido?- dije poniendo mirada de asesina.

-¿Como se atreve a golpearme?- dijo mientras se sobaba la mejilla.

-Le voy a explicar una cosa, por todo este tiempo le aguante sus malos tratos, sus humillaciones y sus cambios de humor por Gema pero esta mañana que le conté que usted me había despedido ella me dijo que se alegraba por mi así que en este momento soy libre, por mi vallase al infierno- solté un gemido de asombro ya que no sabia de donde había sacado la fuerza para decirle eso.

-Usted no puede renunciar, la voy a demandar por incumplimiento de contrato- sonrió victorioso lo cual me sorprendió ya que nunca lo había visto sonreir.