Ya en el apartamento me meto en la ducha mientras Colin prepara unos tacos para cenar.
Cuando termino, me pongo el pijama y bajo las escaleras. No puedo evitar detenerme a observar su concentración mientras cocina. Mientras remueve el contenido de una sartén, le abrazo por detrás pasando mis manos por su cintura.
-Algo huele delicioso- Bromeo imitando su voz en la famosa escena de la sexta temporada.
Él decide omitir el resto del diálogo y se limita a girarse y besarme mientras sonríe. Comienza a profundizar el beso y yo me hubiera dejado llevar si un olor a carne quemada no hubiera inundado toda la sala.
-¡Colin! ¡La sartén!- digo sobresaltada
Cuando apaga el gas ya es demasiado tarde, todo el contenido de la sartén está calcinado.
-¿Pedimos una pizza?- pregunta confundido
Yo me limito a asentir sin poder aguantarme la risa.
-¡Somos un desastre!- digo estallando en una carcajada.
-El desastre más bonito del mundo entero.
Y es por momentos así por los que creo que pasaré el resto de mi vida con este hombre de ojos azules. Me acerco para darle un corto beso en los labios y después digo:
-Yo limpiaré la sartén, tu llama y pide las pizzas.
-A sus órdenes, Morrison- bromea.
Al cabo de media hora el chico de las pizzas pica a la puerta y cuando Colin abre, los ojos del chico casi abandonan sus orbita. Entrega el pedido y se despide tartamudeando con la propina en la mano.
Cenar pizza mientras vemos alguna película es siempre nuestro plan favorito, aunque en realidad nunca acabamos ninguna película: o uno de los dos se duerme, o encontramos algo más interesante que hacer.
Esta vez optamos por ver un capítulo de Outlander, una de mis series favoritas del momento.
(...)
Cuando abro los ojos y la luz del sol entra por la gran ventana del dormitorio supongo que ayer me quedé dormida en el sofá y Colin me trajo hasta aquí. Me giro para darle un beso de buenos días y, para mi sorpresa, no está en la cama.
Me levanto y me dirijo al baño, pero tampoco está allí. Entonces recuerdo que ayer me dijo que saldría a correr con Sean. Un poco más tranquila, me meto a la ducha. Hago mentalmente una lista de lo que tengo que hacer esta semana: Noches de rodaje, entrevistas y...¡La cena con colin por nuestro aniversario!
Se me había olvidado por completo que hoy hace exactamente tres años desde que Colin se arrodilló ante mi en aquel restaurante, con las llaves de este apartamento entre las manos. Como nuestra relación había sido de lo más confusa durante el año anterior, decidimos que ese día, el 26 de mayo, sería nuestro día.
Me doy prisa en ducharme y después me visto con un sencillo vestido de tirantes de color mostaza y recojo mi melena en una trenza. Si quiero sorprender a Colin con un desayuno romántico cuando regrese, tengo que darme prisa.
Todo va viento en popa hasta que me dirijo a las escaleras y lo veo allí de pie, justo delante mío con un gran ramo de rosas rojas entre las manos. Se me ha adelantado.
Corro escaleras abajo y me abalanzo sobre él. Le abrazo tan fuerte que, por un momento, creo que nos vamos a caer al suelo.
-¿Tu no te habías ido a correr?- Pregunto mientras sonrió y le beso en los labios a la vez.
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Colifer: ¿DESTINO O CASUALIDAD? [TERMINADA]
Fanfiction-¿Jen? -¿Sí? -Creo que ha no aguanto un segundo más sin decirte que te amo. -Pues hazlo, no se lo diré a nadie. -Entonces no. -¿Cómo?- digo mirándole a los ojos. -Quiero que todo el mundo lo sepa. -De acuerdo. Entonces se lo contaré a todo el mundo...