T R E S

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Narrador: Min Hye.

Me desperté antes que la alarma sonara. Algo super raro en mí pero por alguna razón desperté de buenas.

Me duché, vestí y desayuné con una sonrisa en mi rostro. Incluso Sun Hee me miraba con una ceja alzada mientras bebía de su café.

Me despedí de mi tía-madre -ya no se que es- y me coloqué los audífonos.

Hope Word- JHope.

¡Perfecto! Hoy tendré un ataque de felicidad.

Caminé hacia la escuela mientras tarareaba en voz baja la canción.

10 minutos después estaba entrando a mi lugar de sufrimiento. Con una sonrisa.

¿Alguien por favor puede quitármela? Me empiezan a doler las mejillas.

Nunca había sonreído por más de 5 segundos. Esto sin duda es un récord.

-Mira nada mas. ¿A quien tenemos aquí?- Lo de quitarme la sonrisa era literal pero por favor aparten a esta perra de mi vista, gracias.

-Creo que ya me conoces Jang Yasu. Y si tu cerebro de ardilla lo olvidó es Min Hye, la chica que te quitó Han Ji.

No falta decir que la perra hervía de envidia.

Ah...como amo esto.

-Ji era mi novia por más de dos años y viniste ofreciéndote como prostituta para quitármela.

Empecé a reír.

-¿Yo? ¿Prostituta? ¡A PERO QUE BUEN CHISTE! ¿Acaso soy yo quien viste una falda dos dedos más abajo del trasero? ¿O una blusa que muestra tus inexistentes pechos? Cariño, deberías de considerar la silicona.

-Eres increíble maldita zorra.

-¡Oh lo siento! No sabía que tenía un espejo en la cara. Ahora, si me disculpa, debo irme. Mi tiempo es oro cariño.

La dejé con las palabras en la boca y me dirigí a mi salón.

Entré al salón y me senté en el mismo puesto de siempre. Al fondo junto a la pared. 

Leí un rato en mi teléfono hasta que alguien dejó bruscamente sus cosas en el puesto de al lado.

No alcancé a reaccionar para cuando ya tenía unos labios sobre los míos.

Sabía de quien eran. Seguí el beso hasta que nos falto el oxígeno.

Ja, sonó tan cliché.

-Hey cariño, ¿que tal todo? Me contaron sobre como le callaste la boca a la perra de Yasu.

-Sin duda debiste verlo, fue genial. Su cara de furia y vergüenza fue estupenda.

-¿No fue por mi culpa verdad?

-No.- mentí.- Tan solo tuvimos unos cuantos....desacuerdos.

-No me mientas Hye, sabes que odio que pelees con Jang Yasu por mi culpa. Si tan solo no hubiera terminado con ella...

-Espera.- interrumpí.- ¿Te arrepientes? ¿Te arrepientes de que estemos juntas?

-¿Que? ¡No! No digas eso bebé. Me encanta estar contigo. No me arrepiento de haber dejado a esa perra. Es solo que...bueno...eran amigas. Y yo me interpuse en su amistad, y eso hace que me sienta culpable aveces.- sonreí por 91927372717 vez en la mañana.

¿Que esta pasando doctor García? eSTO NO ES NORMAL.

-¿Sabes? No te interpusiste en esa mierda. Jang estaba cambiando. Ya casi no teníamos cosas en común. Incluso ya no la soportaba. Me alegro que ya no exista nada entre ella y yo. Como sus pechos.- empecé a reír.- Jaja, ¿entendiste la referencia? No hay amistad, como tampoco tiene pechos, jaja.

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