Capítulo 12 : "Aquí vamos"

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-¡No! ¡Matt! Atrévete si quiera a acercarte medio metro más a ese pozo y te mato- grite exasperada.

-¿Eres consciente que desde que nos conocemos me amenazas? Y para tu desgracia sigo vivo- respondió con una radiante sonrisa de satisfacción a la vez que se acercaba al pozo.

-¡Pero no por mucho tiempo si no me sueltas ahora! - sentencié temiendo lo peor.

Él no respondió sólo se limitó a seguir caminando, me estaba empezando desesperar, juro por mi vida que si se le ocurre lanzarme al barro me encargaré de que sufra por el resto de su existencia, la verdad es que no se que haré en venganza, pero algo se me ocurrirá, además dudo que sea tan miserable  como para lanzarme al barro, bueno si contamos la vez que nos conocimos cuando me lanzo a la "piscina" de la universidad, o cuando me llamó promiscua, sin olvidar la vez que mojo mi cama, ni cuando casi me mata de una hipotermia en su coche, tampoco debo pasar por alto que me robó la ropa y casi resbalo tratando de quitársela y hace un rato trató de matarme acelerando cuando tenía la mitad del cuerpo fuera. ¿Por qué dudo del hecho que me pueda tirar a ese pozo con barro? Definitivamente soy Sor Samantha.

Matt se detuvo, en ese momento sentí como tomaba aire profundamente y sonreía.

-Sus deseos son órdenes princesa- espetó con voz solemne antes de dejarme caer al barro.

Caí y el contacto con la tierra mezclada con agua me hizo soltar un grito de incomodidad y asco, lógicamente mi verdugo se dedicó a reír, parecía realmente divertido y no estaba segura si era esa diversión como cuando te estas burlando de alguien, de hecho me atrevería a decir que se veía realmente feliz como si fuera un niño que estaba simplemente jugando - de un modo bastante particular y malévolo- pero jugando al fin y al cabo.

--¡Matthew Williams! Te lo advertí- dije tratando de reprimir una sonrisa ya que sinceramente me estaba empezando a divertir.

-Te estoy esperando princesita

Me puse de pie y trate de limpiar un poco mi ropa, cara y manos, me acerqué mirándolo fijamente sin tener claro que hacer, hasta que se me ocurrió una idea brillante.

El se cruzó de brazos mientras esperaba atento a mi ataque así que me acerqué lo mire y le dije:

-¿Qué tan rápido corres?- ante mi pregunta parecía desconcertado, por lo que me dio tiempo suficiente para rodearlo y correr hacia su auto.

Cuando llegue al coche no lo dude ni una vez y me subí llena de barro en el, lo mas probable es que esa haya sido la firma que faltaba en mi contrato de muerte, pero se lo merecía. Una vez dentro del auto apreté el botón del cierre automático para que no pudiera entrar. Matt llegó hasta su preciado vehículo y golpeó la ventana a la vez que me decía con su característica amabilidad.

-¡Bájate ahora de mi auto!

-No quiero bajarme estoy muy cómoda- dije mientras me revolvía en el asiento dejando "algunas" marcas de barro.

Por alguna razón me sentía bastante bien, ya no tenía ni sentía miedo al hablarle o enfrentarme con él, tal vez Matt sin darse cuenta me dio la confianza para hacerlo.

-Abre la puerta ahora o...- se vio interrumpido por una fuerte tormenta eléctrica, la lluvia comenzó a caer con demasiada intensidad y a pesar de que me daba risa como maldecía en voz baja, al ver como comenzaba a mojarse me rendí.

El abrió la puerta y me miró fijamente y antes de que alcanzará hablar decidí hacerlo yo.

-Abrí solamente porque no creo que a tu padre le agrade tener que soportarte enfermo, si ya eres insufrible sano no me quiero imaginar el delirio que debes ser como paciente.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2018 ⏰

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