Capítulo 1 [Editado]

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«Comencé a correr entre la oscuridad , mis piernas estaban hechas gelatina pero aun así podía permitirme correr lo suficiente para que no me pillaran , estaba jodida si me alcanzaban.

—Aunque corras te alcanzaré pequeña , no te vas a librar de mi tan fácilmente .— Dijo esa extraña voz gruesa y masculina. Esa voz hacía que mis piernas fallaron, sentía como mi piel se erizaba conforme pasaban los minutos o segundos, había perdido la noción del tiempo.

.—¡Aléjate de mí por favor!.—Suplicaba mientras seguía corriendo aún más rápido. Estaba corriendo a tal velocidad que yo misma estaba impresionada.

Esa voz seguía retumbando en mi cabeza, mientras mis lágrimas quemaban conforme hacían un recorrido por mis mejillas. Realmente no sabía por qué corría, de hecho, estaba segura de que si me dejaba atrapar iba a acabar peor.

Giré a la izquierda y me adentre a un callejón sin salida. Mierda, iba a morir, tierra, trágame, por favor. Asustada, miré a todos lados, intentando encontrar un escondite pero no encontraba nada, maldigo en bajito, sabiendo que era mi final.

.—Ya te tengo Jade.—Dijo esa voz acercándose a mí con las manos formada en un puño. Oh no , me iba a pegar.Me senté en una esquina encogiendo mis pies y protegiéndome del próximo golpe que iba a recibir

.—¡No!—.Grité asustada. Miré a los lados asustada pero al darme cuenta de que me encontraba en mi cuarto mi pulso se relajó.-Solo fue una pesadilla...- Me repetía una y otras vez hasta que conseguí estacionarme en el presente.

Mire el reloj aún con la respiración agitada .—¡Mierda! .—Ya era de día, aproximadamente eran las diez o las once A.m, por la cual ya tenía que levantarme, vestirme y asegurarse de que todo estaba en orden.

Hoy era mi primer día de Universidad, me alejaré de lo que me queda de familia y emprenderé mi vida como autónoma.

Me levanté de la cama pesadamente y miré lo que quedaba de mi ropero, escogí unos simples pantalones pitillos de color negro, una blusa color crema y mis viejas vans negras.

Esas vans eran la mejor inversión que hice en mi vida, eran súper cómodas.

Me hice una cola ligeramente desordenada y agarré las maletas que estaban al lado de la puerta de madera blanca después de asegurar que todo estaba en orden.—¡George! ¡Mueve tu trasero y ayuda a tu prima a bajar las maletas!— Grité arrastrando las maletas hacia las escaleras.

Si llegar hacia las escaleras era casi imposible bajar las escaleras sería misión fallida.

Al no recibir respuesta de mi primo chasqueé la lengua y volví a gritar su nombre, pero esta vez aún más fuerte.

.—Ya voy por dios Jade ¿Estas en tus días?.—Gruñó George acercándose a mi dándome un casto beso en la mejilla.

George era la mejor persona que había cruzado por mi vida, fue la única persona que me ayudó cuando más lo necesité, sin duda nuestro parentesco daba a confusión de que éramos hermanos, pero sin embargo solo somos primos.

Me miré en el espejo y arqueé una ceja al verme con un aspecto horrible , mi melena color casi negro parecía un nido de pájaros, mis labios estaban secos y rojos, mi piel era tan blanca que se parecía al papel. A pesar de haberme intentado arreglar aunque sea un poco seguía pareciendo horrible.

Suspiré, volví a fijarme en George que me hacía señas extrañas para que saliera de mi pequeño trance.—¡Jade! ¿Jade?.* Repetía una y otras veces chasqueando la lengua. Parpadeé un par de veces y miré a George

Intocable ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora