Día 17.

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Ya era de madrugada y no podía conciliar el sueño, aun pensaba en lo sexy que se veía JiMin celoso, no le costó nada darle un derechazo a Taehyung en la cara, sonreía como un tonto al recordarlo, ni se enojó conmigo, solo quería alejarme de Tae, yo creo que nos conoce tanto a las dos que sabe que yo no quería que me besará, no sé si eso es bueno o malo...que sepa tanto de mí y yo tan poco de él.

Salté al escuchar el celular vibrar en la mesa de noche, me puse algo nervioso al ver que era JiMin quien me llamaba a media noche, aclaré mi garganta antes de contestar con mis manos temblando un poco

- Niño... ¿no deberías estar dormido esta hora? – le dije imitando una voz somnolienta

-Hyung ...¿puedo entrar a su casa? – me dijo con una voz como si estuviera haciendo un puchero, yo fruncí el ceño y salte de mi cama para ver por la ventana, me encontré con la figura de JiMin temblando del frio

-¿Qué haces a estas horas fuera de mi casa? -le dije por el teléfono mientras bajaba a abrirle la puerta, gracias a Dios mi mamá tenía el sueño pesado

-Quería verlo -me dijo con un puchero esperando en la puerta, para luego abrazarme, me dio un escalofrió por lo frio que estaba. Subimos por las escaleras en silencio y entramos a mi habitación, nos sentamos en la cama, lo arrope con mi cobija y suspire pesadamente

-¿Qué paso? ¿Por qué estás aquí JiMin? -le pregunté intentando leer sus verdaderas intenciones, el chico del cabello color oro bajo su mirada y empezó a jugar con sus dedos

-Tengo miedo – dijo finalmente mirándome como un cachorro regañado

-¿De qué? -le dije esta vez preocupado

-De perderte – me dijo con algo de rubor en sus mejillas, aquello me hizo sonreír

-Eso jamás sucederá – le dije acariciando sus manos y sonriendo abiertamente, pude ver un brillo en sus ojos

-¿Me lo prometes? -me dijo poniendo en alto su pequeño dedo meñique, yo me reí

-Lo prometo- le respondí entrelazando mi meñique con el suyo riendo y asintiendo con la cabeza

-Me gustas mucho Min Yoon Gi – dijo el chico mirándome con ternura mientras acariciaba mi rostro, yo trague saliva al recordar que estaba en mi casa, en mi habitación, en mi cama y de noche

- No quiero que te devuelvas solo a tu casa a esta hora, así que duerme aquí, yo dormiré en el sofá – le dije sonriendo algo nervioso, levantándome para salir de allí, el chico me detuvo tomándome de la muñeca

- No te vayas, por favor...quiero dormir contigo – me dijo mirándome con sus mejillas coloradas, aquellas palabras me recorrieron la comuna vertebral

- N-no es correcto JiMin, de hecho, no creo que pueda hacerlo – le dije sin que mis piernas pudieran reaccionar para seguir mi camino a la sala

- Por favor -me dijo haciendo un puchero, jalando de mi brazo, yo asentí levemente, era más mi cuerpo quien decidía por mí en este momento, que mi mente. El menor sonrió abiertamente, metiéndose debajo de las sabanas al lado izquierdo de mi cama, yo me recosté a su lado, él nos cubrió a los dos con la cobija que antes le había dado, rodeo mi pecho con su brazo, poso su cabeza en mi hombro y subió una de sus piernas sobre las mías, parecía un pequeño oso perezoso agarrado de una rama, cerré los ojos intentando respirar con lentitud para que los latidos de mi corazón disminuyeran

-JiMin...no puedo dormir – le dije casi en forma de susurro, el chico rio suave – t-tengo mucho calor -le terminé por decir mirándolo de reojo aun sin moverme

-Cree... ¿qué debería quitarle la ropa para que se enfriara? -me susurró en el oído para luego meter una de sus manos bajo la camisa de mi pijama, yo rápidamente lleve mi mano deteniendo la suya por la muñeca

- ¿Q-qué haces? – le dije abriendo mis ojos con mi respiración acelerada

- Te dije que quería dormir contigo – me susurró para luego morder su labio inferior acercándose a mi rostro de forma provocativa, "mierda, mierda", mi cerebro intentaba no colapsar en este momento

-P-pero mi mamá esta en casa – le dije pasando saliva de nuevo, fue la mejor excusa que pude encontrar

-Prometo no gemir tan fuerte- esta vez sentía el roce de sus labios cuando dijo aquellas palabras que me pusieron la piel de gallina, luego se posó encima mío, dándome un beso tierno que se volvía apasionado, no pude evitar posar mis manos sobre sus caderas mientras nuestras lenguas jugaban, sus manos volvieron a deslizarse debajo de mi camisa, despojándome de esta, sus manos me acariciaban con ternura

-J-jiMin – le susurré en los labios para luego despojarle también de su camisa – me gustas demasiado- ambos sonreímos mientras volvíamos a los besos, acaricie su espalda mientras sin pensarlo nuestras caderas empezaban a moverse y aquello hacia que el roce con la ropa se volviera cada vez más incómodo.

-H-hyung – su voz ya sonaba agitaba mientras se hacía notable nuestros bultos bajo la ropa – esta vez quiero hacerlo de verdad – me dijo apoyando sus manos sobre mi pecho para verme fijo, yo me sonroje completamente "¿Qué hago? ...ya no hay vuelta atrás", pensé mientras asentía lentamente con la cabeza, el chico de cabello color oro sonrió también avergonzado por lo dicho anteriormente y empezó a despojarme de mi pantalón junto con mi ropa interior, sus manos eran gentiles y cuidadosas, admito que tenía vergüenza al estar completamente desnudo frente a él

-Déjame hacerlo – le dije esta vez posándome encima del menor para despojarlo de su pantalón, ambos miembros estaban completamente erectos, mis piernas temblaban un poco por la expectación

-S-solo hazlo lentamente – me dijo el chico abriendo sus piernas dándome paso, mi pecho subía y bajaba rápidamente, me tome un tiempo para ver lo hermoso que se veía así para mí, solo para mí. Tomé mi miembro y lo puse en su entrada rosada, lo introduje lentamente, se sentía tan apretado y caliente, que me volvía loco, JiMin tenía sus manos en su boca para callar sus gemidos

-V-vaya se siente tan bien – le susurré cerca al rostro para volver a besarlo, cerré mis ojos concentrándome en empezar a moverme con más rapidez, disfrutar cada segundo de esta nueva experiencia. Ambos gemíamos entre los besos y las suplicas, levanté sus piernas a la altura de mis hombros para poder sentirlo mejor, me mordía el labio inferior con fuerza para no gritar de placer, el chico guio mis manos hacia su propio miembro palpitante, empecé a masturbarlo con el mismo ritmo que lo embestía, el menor se aferraba fuertemente de mi espalda, tenía una expresión excitante en su rostro – Te quiero como no te imaginas Park JiMin – le susurré cerca al oído para luego lamer el lóbulo de su oreja, bajar por su cuello y dejar algunas marcas para que supieran que por lo menos que por esa noche fue solo mío. Empezó a dar pequeños y suaves gemidos sobre mi oreja, para luego darme unas pequeñas mordidas en el hombro, apretando de vez en cuando mis nalgas, yo por mi parte, tocaba a veces con demasiada fuerza sus pectorales y abdominales dejando algunas marcas, ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo, él se vino en mi mano y yo dentro de él, nos tumbamos en la cama y justo así nos quedamos profundamente dormidos, hasta que mi alarma nos despertó.



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