21 Days

Día 15.

Mi cuerpo dolía como si hubiera corrido la noche anterior, pero me sentía realmente bien, me quede un rato en la cama desperezándome antes de levantarme para bañarme y arreglarme. Baje a desayunar con mi mamá

-Wow señor dormilón, hoy se ve increíblemente bien, no es porque sea tú mamá, solo que tienes un brillo especial en los ojos- me dijo levantando las cejas repetidamente 

-¿Qué cosas dice señora Min? Contrólese por favor – bromeé mientras comíamos

-¿Es por JiMin cierto? – me preguntó apoyando su codo sobre la mano y su barbilla sobre la mano, casi escupo mi comida cuando lo mencionó, intente no recordar lo que había pasado el día anterior osino tendría que esconder una erección, solo me dedique a sonreírle ampliamente, sin evitar sonrojarme un poco, ella me despeluco el cabello y rio – me alegra que al fin seas feliz hijo – me dijo antes de irse y darme un beso en la frente.

Salí de casa y allí estaba JiMin, por primera vez frente a mi puerta, para ir juntos a la escuela, con una sonrisa que opacaba al sol que se asomaba frente a nosotros, le devolví la sonrisa y le despeiné aquellos cabellos oro que tanto me gustaban, porque combinaba con su aura angelical.

-¡Buenos días Hyung!- me dijo con un tono entusiasmado con algo de sonrojo sobre sus mejillas

-Buenos días niño hermoso – le dije para darle un beso corto en los labios, entrelazamos nuestros manos y comenzamos a caminar – me alegra que, por fin, vayamos a la escuela juntos – le dije mirándolo de reojo

- A mí también me alegra mucho, mucho – me dijo sonriendo abiertamente aferrándose un poco a mi brazo apoyando su cabeza sobre mi hombro, mi corazón de nuevo se sentía que iba a salir de mi pecho

-¿Cómo dormiste? – le dije mientras caminábamos, nunca había tenido la oportunidad de hablar tan casual con él, pero quería ser su mejor amigo, su confidente, con quien pudiera hablar sinceramente cuando se sintiera solo o triste, porque aunque después de los 21 días dejemos de salir, podemos seguir viéndonos, o por lo menos eso esperaba.

-Muy bien, pensado mucho en ti – me dijo con el rubor de las mejillas aumentado

-¿Qué pensabas de mí? – le pregunté susurrando un poco cerca de su oído

-Lo mucho que lo quiero – me dijo para luego darle un pequeño golpe en el hombro – nada más, Hyung pervertido- se rio escondiendo su rostro entre sus pequeñas y bellas manos

-Pues yo siempre pienso mucho en ti – le dije con una sonrisa de lado -desde que te conocí- "mierda, casi digo desde el día 1", pensé mientras pasaba saliva, sudé un poco, debía cuidar más mis palabras

-Y ¿Qué piensas de mí? – me dijo mirándome como un cachorro

-Pienso que eres un niño muy muy...fastidioso y preguntón– le dije en tono burlón para luego hacerle cosquillas a los costados del cuerpo, el chico se retorció y se rio, salió corriendo y fui detrás de él para seguir con mi juego, nuestras risas eran bastante infantiles, era algo que me hacía sentir como un niño pequeño otra vez, me sentía feliz, feliz y completo

-¡N-no, no Hyung detente! – me suplicó mientras caía al suelo, allí me hice sobre él y le di un beso en los labios, él me tomo de la nuca y profundizo el beso – Hyung, prométeme que nunca me dejaras – me susurró en los labios aun con los ojos cerrados

-Te lo prometo JiMin – le dije mirándolo fijamente, quería tomar una foto con mis ojos, para que quedara grabado por siempre en mi mente. Aunque me sentía feliz, algo en medio de mi pecho dolía, podía engañar a mi mente, pero mi corazón conocía, el trágico final de esta historia de amor.

Llegamos a la escuela y pude notar a varias personas murmurar mientras caminábamos juntos de la mano, le guiñé como señal de un "nos vemos más tarde" y él me devolvió el guiño, subí a mi salón de clase y allí estaba NamJoon con un chico apuesto de ultimo año

-¿Con que ella es la chica linda de que tanto me hablabas? – llegue diciendo, el chico se rio mientras NamJoon se ponía rojo como un tomate

-Cállate estúpido– me dijo con una mueca de que tenía muchas ganas de golpearme, yo le deletree con los labios la palabra "venganza", nadie me despierta y sale ileso

-Mucho gusto soy Jin – me dijo el mayor extendiéndome el brazo, acepte su saludo

-Mucho gusto soy el chico más rudo y genial de esta escuela – le dije con una sonrisa – y el mejor amigo de este tomate – terminé por decir alzando el pecho orgulloso, el chico rio y acaricio con cariño el cabello de NamJoon, con el fallido intento de peinarle

-Me alegra mucho conocerte, puedes llamarme Hyung, los ayudaré en lo que necesiten – me dijo para luego sonreír abiertamente, yo asentí con la cabeza

-Pues muchas gracias Hyung – le dije sonriendo también, el timbre sonó, el chico susurró la palabra "adiós príncipe" y le dio un tierno beso en la mejilla a NamJoon, él solo se dedicó a sonreír como un estúpido y volver a su salón de clase.

Las clases fueron bien, el día estuvo normal, muy relajado, quería volver a ver a JiMin de verdad lo estaba extrañando, su voz se volvió mi canción favorita y su risa algo parecido a la melodía que imagino que tocaba algún maestre en música.

Sonó el timbre para avisar sobre el inicio del descanso, le escribí a JiMin que nos viéramos en nuestro "jardín especial", así que fui directo allá, espere unos 10 minutos y noté que no había leído el mensaje todavía, así que me preocupe, sentía que algo andaba mal. Salí corriendo buscando entre los pisos y salones y no lo vi, ya el pánico se estaba apoderando de mi cuerpo, así que busqué a las afueras de los edificios y vi un grupo de chicos reunidos y JiMin estaba en el suelo, al único que podía identificar era Jung Hoseok, el chico malo de la escuela, el que siempre estaba armando pleitos, nunca asistía a clases y solo se la pasaba afuera fumando

-¡¿Qué les pasa imbéciles?! – grité para luego entrar al círculo que rodeaba a JiMin, le tome del rostro y le vi un golpe en su labio inferior, él solo me miraba con lágrimas en los ojos, podía sentir como el enojo y la rabia subía recorriendo todo mi cuerpo

-Vaya, vaya, llego el novio al rescate – dijo Hoseok con una voz turbia y los brazos cruzados sobre el pecho, me levante en frente de JiMin

-¿Cuál es tu maldito problema Hoseok? – le dije frunciendo el ceño y apretando los puños

- No me gustan los maricones – me dijo dando un paso hacia mí, me reí

-Entonces ¿te odias a ti mismo? – di un paso hacia el mirándolo con enojo – que yo recuerde, lloraste mucho cuando te rechacé...maricón – le dije con una sonrisa en los labios, su rostro se puso rojo y me lazo un puño que puse esquivar, aprovechando su posición para darle uno en el estómago, el chico escupió y cayo de rodillas

-No te metas con JiMin – le susurré – no es una buena forma de llamar mi atención estúpido -¿Quién quiere un poco de YoonGi? – pregunté con los brazos levantados a los demás chicos, amigos de Hoseok que se encontraban allí, un profesor nos encontró, regaño y suspendió a los chicos y a nosotros nos llevó a la enfermería -¿estás bien? – le pregunté a JiMin subiendo su rostro con mi mano en su mentón - ¿te duele algo? – le volví a preguntar, cuando empezó a sollozar y me abrazo con fuerza

-Perdóname Hyung, perdóname – fue lo único que decía mientras lloraba escondiendo su rostro en mi cuello

-¿Qué dices niño? Me alegra que pudiera encontrarte – le dije acariciando su cabello – y me alegra mucho más poder haberle darle su merecido a ese estúpido -le dije para luego darle un beso en la mejilla

-Gracias por salvarme, soy muy afortunado de tenerte – me dijo besándome el cuello, jugando con mi cabello de la nuca, sonreí al oír esas palabras, "gracias a ti por salvarme la vida", pensé mientras volví a verle el rostro, perderme en sus ojos y buscar el cariño que necesitaba en sus labios.