-Buenas..tardes Zamas- respondió con un poco de temor
El silencio nuevamente gobernó el lugar, dejando al pequeño muy incómodo , Shin con un poco de nervios se adentró más a aquel lugar y quedó en frente de una pequeña mesa, puso sus manos hay y comenzó a jugar con sus dedos. Se quedó pensando un par de minutos lo que estaba a punto de dialogar.
-Oye.. Zamasu, quería pedir disculpas por lo de la mañana, Bills no quería..., bueno en la mayoría si, pero n-..- se escuchó un golpe por toda la cocina, haciendo que el pequeño diera un salto y mirara sorprendido a el ser que tenía en frente. Zamasu dio media vuelta y dirigió su vista al pequeño, su mirada demostraba odio y molestia, trato de disimularlo mostrándole una leve sonrisa al pequeño. Camino por alrededor de la mesa mientras el pequeño lo seguía con la mirada,se dirigió hasta la puerta y puso seguro en esta sin que el pequeño se diese cuenta, siguió con su recorrido hasta el punto de detenerse detrás de Shin, este rápidamente se dio la vuelta
-Claro, no debes de preocuparte- dijo Zamas en una forma relajada, Shin se sorprendió ante dichas palabras
-D-de verdad?-
- Así es, pero...con una condición- Zamasu expandió su sonrisa y fue acercándose poco a poco
-¿Que..?-
- No quiero que grites..-
-¿eh?-
En un rápido movimiento, Zamasu arrimo al pequeño sobre la mesa, agarró de sus muñecas las apego sobre la mesa también para evitar que el otro intentase escapar mientras que iba acercando su rostro con el del contrario.
-¿No soy suficiente para ti? ¿¡Qué tiene de especial ese estúpido Gato!? Yo puedo darte todo lo que deseas, seremos seres divinos, unidos por el amor que nos complacemos!- comenzó a gritar alterado, apretando cada vez más las muñecas del menor
-¡AH! Su-sueltame por favor..!- rogaba el pequeño intentando zafarse pero era en vano, sus piernas y manos temblaban, el miedo recorría su cuerpo, deseaba que esto sólo fuese un sueño o más bien pesadilla.
-Acaso no vez de lo que te pierdes?- Zamasu con una de sus manos acaricio el abdomen del pequeño por encima de la ropa para luego bajar al miembro del menor, Shin sorprendido comenzó a patalear
- B-basta! AYUDA!- Zamasu ya arto le dio una fuerte bofetada al pequeño, haciendo que este se callara al instante
-A si me gusta..- hablo antes de volver a lo que hacía. Comenzó a manosear nuevamente la parte baja del pequeño, lastimandolo inconscientemente, este gimió de dolor y tiró su cabeza hacía atrás; unas traviesas lágrimas salieron por sus ojos, volvió su mirada a Zamas y lo observó con un gesto molesto mientras respiraba agitadamente, no podía dejar que este maniático consiguiera lo que quería, siguió con sus intentos de librarse, aunque no funcionara del todo, no podía quedarse sin hacer nada.
Derrepente, como si fuera de esperarse en las peliculas, una fuerte explosión se escuchó detrás de Zamas, donde se suponía que estaría la puerta, había un agujero gigante y parado en él.. probablemente la salvación de Shin. el kaioshin de ojos grises, sin perder el tiempo se dio la vuelta poniéndose en pocision de combate y observando aquella figura que destruyó lo que antes era la entrada de dicha sala.
-¡Tu!-
-Te arrepentirás de haberlo tocado..-
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Un poco corto..perdón, las clases me están matando.To be continued..