Homófobo 「Eaktrap✿」

Don't stop me now ❀

“Esta noche tendré un buen momento para mi mismo
Me siento vivo y al mundo lo haré dar vueltas, ¡si!”

Habían pasado ya, tres años desde que Owynn se convirtió novio de Towntrap, el mayor de ambos estaba acostado boca arriba en la cama, con su antebrazo cubriendo su rostro.
Su pecho subía y bajaba rápidamente mientras que una ligera capa de sudor cubría su piel.
Owynn dejaba besos húmedos por todo su abdomen, y mordía ligeramente. Haciendo un camino hasta el borde del pantalón del pasivo.

—A-ahh~.—susurró al sentir el cálido contacto de Owynn en su parte baja.
El de cabellos morados desabrochó el botón del pantalón y deslizó el cierre, bajó los pantalones del mayor y encima de la delgada tela de la ropa interior, comenzó a acariciar al chico.—¡M-mmh!.—Towntrap sentía demasiado placer, y necesitaba más de Owynn, mucho más.

—Eres hermoso.—besó la mejilla de su acompañante mientras seguía con su actividad.—Tan lindo...—besó la frente del chico.—dulce...—ahora besó la punta de la nariz de su pareja.—adorable...—besó con amor y dulzura los labios de Towntrap, provocando gemidos reprimidos por parte del mayor. Al separarse, un delgado hilo de saliva los seguía uniendo.—Te amo tanto, Towntrap...—besó las clavículas de su acompañante y dejó de darle placer en su miembro.

—Y-yo... también te amo, Owynn.—decía con dificultad entre gemidos.
Era la primera vez de ambos, y Owynn trataba de ser lo más dominante posible para hacer que Towntrap disfrutara al máximo su primera vez con él.
Quería que aquel momento se quedara plasmado en la mente del pasivo, o mejor aún, congelar el tiempo y quedarse ellos dos... amándose mutuamente sin interrupciones o preocupaciones.
Sería algo inolvidable.
Owynn se aburrió, dejó su actividad y rozó sus labios con los de su pareja.

—Mmmh~.—el peli-morado desabrochó los botones de su camiseta y se la retiró con ayuda del mayor.

—¿Sabes que me encanta tu cuerpo?.—dijo Towntrap completamente sonrojado, el contrario sonrió con dulzura.

—¿Sólo eso te encanta de mí?.—dijo con un tono fingido de tristeza.

—N-no..., me encanta todo...—Owynn, satisfecho con eso se retiró el pantalón junto con su ropa interior.
Se colocó entre las piernas de Towntrap y las subió a sus hombros.

—Bien...—acomodó algunos mechones rebeldes de su cabello morado e hizo que Towntrap los lamiera.—¿Estás seguro?.—le dijo mientras movía sus dedos lentamente en la boca del mayor.

—S-sí... muy seguro.—Owynn asintió, se acercó a darle un beso y después de eso acarició un poco la entrada del contrario, haciendo que Towntrap se estremeciera y gimiera levemente.

—Dime si ya no quieres seguir o te duele...—Owynn se veía muy preocupado.

—Sí... pero... ah~... sigue por favor...—decía entre gemidos puesto que Owynn jugaba con su entrada.
El menor, con lentitud metió uno de sus dedos a la cavidad del chico.
—¡Agh!~.—soltó un sonoro gemido de dolor, se retorció un poco y tapó su cara con una almohada, para después morderla. Owynn tan sólo se quedó quieto, dándole besos a su pareja por todo su cuerpo.
Cuando Towntrap ya no estaba tan tenso, decidió mover un poco su dedo. Provocando que Towntrap hiciera muecas raras y mordiera su labio inferior.
Después de un rato, metió él segundo dedo y así hasta uno tercero.
Cuando notó que Towntrap no se quejaba más, decidió avanzar.
Sacó sus dedos y se acomodó mejor.
Tomó su propio miembro y lo acercó a la entrada del chico. Towntrap se estremeció y mordió su labio y tiró la almohada hacia quien sabe donde.
Owynn, poco a poco entró, y las muecas de Town no se descifraban tan bien.
Después de algunos minutos, los gemidos, sonidos placenteros, el chocar de sus pieles, se combinaban en un ambiente perfecto.
Las embestidas de Owynn eran certeras, justas y profundas, provocando que la cabeza de Towntrap se inclinara hacia atrás y gimiera como nunca.
Embestida tras embestida, beso tras beso, un te amo por otro te amo. Dos cuerpos saciándose de lujuria y lascivia.

“Soy una estrella fugaz cruzando en el cielo.
Como un tigre desafiando las leyes de la gravedad.
Soy un auto de carrera pasando como Lady Godiva.
Me iré, iré, iré.
No hay nada deteniéndome.”