7.Búsqueda

40 8 0
                                    

Todos nos reunimos por la mañana, pero aún no me encontraba bien; mis amigos estaban muertos, debía seguir adelante; lo más difícil que podía hacer ya que cualquiera de "mis amigos" podía apuñalarme por la espalda, literalmente. Si primero no me volvía loco era una suerte.

En un tono imponente, Desina habló:

-¿Quién de ustedes violó el trato?

-¿Estás loca? ¿Como pudo ser uno de nosotros? Este lugar te está afectando el cerebro.- le contestó nervioso, Naziem.

-Necesito respuestas.

-Y qué sabemos si tu lo hiciste.

-Mirio no era mi razón para sospechar, yo no hice nada.

-Esto es un mundo virtual ¿No? Todo puede suceder- seguía, Naziem, hablando cada vez con voz más nerviosa.

Me estaba hartando de su pelea, tomé impulso con mi garganta y no me quedó más que gritar:

-¡YA CALLLENSE DE UNA MALDITA VEZ! No puedo creer que peleen como si nada cuando estamos en peligro.

Riko se quedó pensativo, en un momento se le ocurrió hablar:

- Volvamos al inicio. Tal vez nos pusimos de acuerdo y Rūrūa está muerto; pero con Mirio...- hasta que interrumpí.

-¡NO NOS PUSIMOS DE ACUERDO EN NADA!- mientras mis gritos condenaban a todos.

-¿De qué hablas?- Preguntó Tēnshin, nerviosa.

-¿Acaso no lo notaron? ¡Rūrūa y Mirio tenían las mismas marcas en los ojos! ¡¿QUÉ SENTIDO TENDRÍA QUE TENGAN DOS ASESINOS DIFERENTES SI VAN A TERMINAR IGUAL?!

-¿Seguro que Mirio las tenía?- preguntó Izaro

Todos me quedaban viendo como si estuviera loco, nadie parecía creerme en verdad.

-Tal vez las hubiésemos visto, si cierta persona no hubiese estado tan pegado a Mirio cuando murió- Dijo Naziem, de forma sarcástica.

-¿Por qué mentiría con eso? Estoy seguro de que Mirio tenía las marcas.

Todos negaban haberlas visto; fue tan desesperante ver como la persona que amaba se desvanecía frente a mí y los demás hablaran como si se tratase de cualquier cosa que si viva día a día. El sentimiento es aún peor al saber que el asesino todavía puede encontrarse entre nosotros.

Me acerqué a Mitchie a preguntarle:

-Mitchie, tu te quedaste conmigo, viste las marcas ¿No?

-Perdóname Neiji, todo estaba oscuro. No pude ver nada.

-Pero eso nos lleva a otra pregunta. ¿Por qué el idiota de Neiji estaba en la cocina justo en ese momento?

No quería mentir, aún menos tratandose de Mirio. No tuve más opción.

-Me dio hambre y fuí a buscar algo de comer.

-Pero...- seguía Naziem- Es raro que sólo tu hayas visto las marcas, e incluso que lo estuvieses abrazando de esa forma.

Apreté mis dientes con ganas de golpearlo. Quería gritar la verdad; quería gritar qur Mirio estaba en mi cuarto junto a mí y fuí a buscarlo porque tardaba mucho; quería gritar que lo vi morir con mis propios ojos; quería gritar que vi a quien amaba mientras su luz se oscurecía frente a mí.

-Vi morir a mi amigo. ¿Qué esperabas que hiciera?- dije mientras contenía mi rabia.

-Antes de seguir con esto- dijo Desina- ¿No creen que sea mejor volver a ver el cuerpo?

Lágrimas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora