Capítulo 8: Día Rápido

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24/mayo/2014

Luego de que nos despedimos, llegué a casa y dormí como 12 horas creo, hasta esta mañana.

Hablé un ratito con Gabriela, pero estaba cansada y se fue a dormir temprano.

En ese ratito que hablé con ella, me acordé de nuestro reto.

"Mierda," pensé.

Ya hoy es jueves.

Tengo. Necesito. Ganar este reto.

Como comunmente hago, me siento en el gazebo a esperar que sean las 8.

Eva llegó temprano, me saludó nuevamente, se fué.

¿A dónde ella irá cada mañana tan temprano?

O con quien, pensé y mi corazón comenzó a latir rapidamente.

Pero se calma cuando veo que Xiomara y Edgardo también llegan temprano.

Caminaron hacía mi, nos saludamos y se sientan al lado mio.

- "¿Tienes la ropa para la graduación? Me preguntó Edgardo.

- "Tengo la de la graduación. Una camisa de botones gris con un mahón largo y ya. Total- la toga nos tapará la ropa. ¿Tú?" Le contesté.

- "Es verdad, pero pues," me dijo con una sonrisa. "Y la ropa; sencilla. Una camisa de botones rosita, con un chaleco negro y un pantalón de vestir negro."

Sencilla, dije en mi mente.

- "¿Y tú, Xio?" le pregunté a Xiomara.

- "Un traje ahí." Dijo mientras se reía.

- "¿Y para el prom?"

- "Pues, una camisa gris," Edgardo se rió cuando escuchó: 'gris,' "Sí, Ed, también es gris. Ajem, como decía, una camisa gris manga larga, con un corbata sexy y un pantalón de vestir negro. No preguntaré lo que usarás porque lo más probable será un traje."

Se rió y luego dijo, "Exacto."

¿Se acuerdan cuando les dije que él es un obsesivo compulsivo? Por esto es.

Siempre trata de sobre salir; se esfuerza más de lo debido.

- "Y tú, Xiomara?" esta vez preguntó él.

- "No iré."

Ed y yo ambos contestamos con un: "Ugggh."

- "¿Por quéno, negra?" pregunté yo.

- "No quiero ir."

Ahí se acabó la conversación.

Un poco después sonó el timbre.

Bla, bla, bla, clases, bla, bla, bla.

En el receso, hablé con Gaby un rato.

Nada sobre salió.

Nos saludamos, hablamos un ratito, nos despedimos.

Luego de eso, encontré a Eva caminando por la escuela sola.

Caminé hacía ella.

Sé que estamos hablando... Más que hace 3 días, pero aún no iré a sus quince.

... Aún me siento usado, pero no puedo aguantar las ganas de hablar con ella.

- "Hola." Le dijé.

- "Hola." me sonrió.

- "¿Cómo est-" me interrumpió.

- "Perdón por lo de ayer, Gambi."

- "¿Ah?"

- "Por lo del...," paró, como si le diera trabajo decir lo siguiente, "lo del... casi beso."

- "Oh." reí. "Está bien, Eva. ¿A esto se ha reducido nuestra relación?"

Se rió y luego contestó: "Aparentemente sí. A 'perdón por esto', 'perdón por aquello'."

Sonreí.

Ella se acercó a mi, y agarró mi brazo, como para no agarrar mi mano.

- "Te quiero, idiota."

Aquí sentí un grán peso en el corazón. Me dí cuenta que yo no iba a sus quince por las razones de nuestra separación que Valerie me dió, no porqué sentía que ella me odiaba.

Me obligué a decir mis proximas palabras: "Yo... también."

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El resto del día pasó rápido.

Hablé con mi madre sobre las pantallas, y le expliqué que había está niña que me interesa, (sí okay, me interesa muchisimo), y esto y lo otro y me dejó hacerme las pantallas, soprendentemente.

Fuí con Valerie a un tipo que las hace baratas.

Me hice las pantallas del labio y también las de las orejas.

El dolor no fue mucho.

Después volví a casa, y luego de unas horas me dormí.

Loco por ver a Gabriela con el pelo rojo.

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