Por algún motivo me sentía sola, aunque no lo estaba. La sala era tan blanca que me causaba molestia al abrir los ojos. Mientras me canalizaban me preguntaba por qué las salas de los hospitales siempre eran blancas.
Otra contracción pasó. Lo quería fuera de mi tan rápido como fuera posible pero no porque me doliera si no por que moría de ganas por verlo, quería ver si se parecía a Valentine.
Otra contracción pasó. Me incline y vi su cabecita, fue la alegría más grande que sentí en mi vida, bueno, después de la vez que Valentine me propuso "Matrimonio" con una rosquilla.
Cuando por fin lo tuve en mis brazos me di cuenta de que el motivo por el cual me sentía sola y nada me importaba era por que con la única persona que quería compartir la alegría de ser madre, no estaba.
Quería estar con el y decirle cada cosa nueva que descubrían en Tino, como que cuando sonreía se le hacía un huequito en el cachete derecho y que eso también sucedía cuando se reía, que en la oreja izquierda tenía un lunar pequeñito; el mismo que tenía su padre, que tenía un lunar en el dedo meñique de la mano derecha que parecía un corazón y que tenía una línea más en el dedo índice de la mano izquierda.
Más tarde esa mañana estaba en mi casa dándole tetero, cuando llego Jeremias con un ramo de flores gigantes y unos cupcakes que el sabía que me encantaban. Se acerco, me dio un beso en la frente y me dijo:" Siempre lo he dicho, eres la mejor". Lo cargo y le dio muchísimos besos, me miro y me dijo "Vamos a vivir juntos, vamos a ser una familia". No sabía que hacer, amaba a Valentine pero una parte de mi siempre había querido formar una familia.
Accedí.
Me sentía triste pero feliz. Feliz por que quería formar una familia y triste porque sentía que estaba defraudando a Valentine.
Hablé con Caroline y me dijo que todo en la vida tenía un propósito o una razón de ser y que si Valentine se había ido era por que así tenía que ser, que no iba a volver jamás y que no podía quedarme con los brazos cruzados y no hacer nada. Me dijo que Jeremias me estaba dando la oportunidad de cumplir un sueño y estaba aceptando criar y querer un bebe que no era suyo.
Eso me tranquilizo y me senté en el jardín con Aaron, mi perro. Mire al cielo y le conté todo lo que había pasado a Valentine. Cuando termine de contarle todo, le dije:" ¿Tino aceptarías que nuestro hijo lo críe Jeremias como si fuera suyo? ¿Aceptarías que me enamore de el perdidamente? ¿Aceptarías que formara una familia con el pero siempre teniéndote presente en todo?".
Baje la cabeza y suspire.
Me pare pero antes de entrar mire otra vez al cielo y vi que ya no estaba azul, estaba como anaranjado, pero no todo el cielo si no sólo el pedazo arriba de mi jardín.
Sonreí y entre a la casa.
Al siguiente día empaque mis cosas y las de Tino, me despedí de Caroline y de Taylor, mis padres adoptivos. Afuera estaba Jeremias esperándome, cargo a Tino, lo puso en el porta bebe y luego me monte.
Mientras íbamos rumbo a la casa de el, paramos en Mc Donals, cuando estábamos esperando a que nos dieran lo que habíamos pedido, salió una muchacha y nos dijo:"Ay que lindo bebe , ¿Cuanto tiene?" Respondí que tenía dos días de nacido, a lo que ella dijo:"Para tener dos días es muy grande". Nos pasó el pedido y dijo:" Que tenga un buen día. Que familia tan linda tiene". Jeremias me miro y me sonrió, con una de esas sonrisas que sencillamente enamoran, entre picaras pero tiernas, entre amorosas pero con ese "Yo te dije".
Hubo mucho silencio en el camino pero no era incómodo, me daba tranquilidad.
Llegamos a Miami. Paramos en una calle muy linda con muchos árboles y flores. Había un edificio hermoso y sofisticado "Acqua" se llamaba. Jamás me imagine que ahí viviera Jeremias, yo sabía que ganaba mucho en su trabajo pero no pensé que fuera tanto.
Cargo a Tino y me ayudo a bajar, cuando pasamos al lado de el mayordomo que estaba en la puerta nos dijo:" Bienvenida familia Lincoln Nicholson". "Nicholson" replico Jeremias.
Mi apellido ahora sonaba más lindo.
Nunca vas a encontrar alguien como Valentine ni voy a ser como el, pero lo único que puedo hacer parecido a el es hacerte feliz. -Dijo Jeremias mirándome fijamente y sacando una sonrisa de esas que yo amaba.
(...)