Un mes ya había transcurrido luego de estar en el hospital, me encontraba con unos de mis bajones de autoestima ya era algo común que me dieran ataques de depresión pero esta vez sí me dio un fuerte golpe combinado con el recuerdo de Alexa rechazando me.
Me encontraba tirado en el sofá de la sala viendo una maratón de los Simpsons. Algo para alegrar me un poco a pesar de todo casi no podía sacar una sonrisa al ver a Homero estrangular a su propio hijo, mi mente se encontraba abarrotada de pensamientos fulminantes hacia mi persona no podía creer que me había enamorado de alguien que ni siquiera sentía lo mismo por mi.
Los días pasaban y las cosas parecían ir mejorando me preparaba comida casera y balanceada y salía de vez en cuando a trotar para despejar la mente y al llegar a casa luego del trote entrenar sin descanso hasta la noche. La mayoría de cosas deprimentes que rondaban por mi cabeza ya habían desaparecido por completo exceptuando a una que no me dejaba dormir por las noches "No mereces ser feliz." Para quitarme ese oscuro pensamiento decidí ir al origen de todo y enfocarme en mi mismo así que me puse como meta ir a la mañana siguiente a mi gimnasio y practicar lo que mas amaba en la vida
Luego de treinta días haciendo el mismo procedimiento ya se podía notar a simple vista una cambio drástico en mi apariencia, al estar tan definido en el abdomen y sin necesidad de prensar los músculos se presencia la fortaleza que obtuve. Ya es Navidad y estoy con mi familia en casa de mi abuela materna pasando un buen rato esperando a que mis sobrinos se vayan a dormir y dejarles sus regalos bajo el árbol.
Son alrededor de las 11:45 de la noche y creo que me sobrepase con las copas de licor, ya estaba mareado y no podía moverme muy bien que digamos pero como puedo trato de movilizarme hasta el exterior y al llegar a la puerta principal. Me encuentro con algo o mas bien con alguien que de verdad parecía estar muy feliz de la vida.
Alexa Aguilar la persona que se robó mi corazón con solo el mirar de sus ojos. Se encontraba hablando con su actual novio un chico de tal vez unos 23 años, el esmeralda de sus ojos encantaban a cualquier chica que le viera Y con una melena dorada esculpida por los dioses. Okey ¿Por que estoy describiendo a ese ser tan como un semi dios o alguien fuera de este mundo? De seguro fue la bebida si eso es seguro.
El mareo aún persistía pero se iba desvaneciendo poco a poco. Ya podía moverme con más libertad si necesidad de estarme apoyando de cada muro que veo, camino un poco por la plaza haciendo tiempo para que los niños se fueran a dormir y vuelvo a la casa ya no veo al novio de Alexa, ella estaba completamente sola y devastada, su maquillaje estaba derramado por toda su cara y el rímel ni se diga.
-Hey ¿Que ocurre por que estas así?-Le pregunto mientras voy acercándome a ella poco a poco.
-Él sólo me utilizo, yo solo fui un mero instrumento para él... Lo odio con todo mi ser.-Dice ella mientras las lágrimas bajaban por sus cachetes llevándose consigo un poco de rímel ya se encontraba desesperada y tal parece que esa "relación" tuvo un gran significado para ella.
Me pongo en cuclillas para así tratar de verla a los ojos, error fatal. Al verla más detalladamente su mirada estaba completamente perdida y sin vida, ella no pude escuchar como mi corazon se hacía pedazos con cada lágrima que salía.
-Alexa mírame a los ojos...-Le digo tratando de calmar mi voz antes de que también se quiebre y llore junto a ella. Levanta la mirada poco a poco y como lo sospechaba su mirada estaba perdida ya no había rastro alguno de la chica a la que me había enamorado.-No se el dolor que estás pasando pero quisiera pasar por el mismo para poder entender un poco el como te sientes. Necesito por favor que respires y me expliques que sucedió ¿okey?- La agarró con mis dos manos sus cachetes y trato de limpiarle las lágrimas, ella luego de pasar un minuto tratando de respirar para luego asentir y tomar aire.
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La vida de un Gregorio
Teen FictionEsta historia gira en torno a Gregorio Gonzalez, un joven de 18 años de edad que vive su vida como cualquier otra persona. Hasta que un día su hermana le presentaria a una hermosa chica y desde ahí; la vida de Gregorio cambiaría por completo, lleván...