Llegué al apartamento con los párpados cerrados a causa del sueño, difícilmente podía meter la llave en la cerradura y poder abrir la puerta olvidando todo y rindiendo me ante el sueño me recuesto en la pared frente a mi apartamento y caigo ante las manos de Morfeo con su melodiosa música entró al mundo de los sueños.
Pasan las horas, los vecinos me miraban e incluso trataban de despertarme sin ningún resultado sólo me dejaban a mi potestad. Una de las residentes más antiguas pasaba por los últimos pisos del edificio revisando si algunos de los que vivían en el mismo seguían las normas, al momento no se percato de mi existencia sin embargo al tenerme a un metro de distancia se asusta al pensar que encontró un cadáver en medio del pasillo y le doy la razón ese pasillo creaba una atmósfera completamente aterradora. Empieza a acercarse lentamente y trata de moverme y ver si aún seguía con vida, posando su mano en mi hombro y empieza a moverme en un va y ven.
Gruñendo.-Cinco minutos más mamá aún no quiero despertar.-Le digo y vuelvo a quedar dormido.
La señora se va y vuelve a los minutos con un balde de agua fría, hechando todo el contenido sobre mi y quien lo diría si que estaba congelada. Despertándome de golpe y quitándome el sueño.
Chasqueo mis dientes en señal de molestia.-¿Me quede dormido aquí?-Pregunto sin darme cuenta que la señora aún seguia estando de pie al lado mío.
-Si y ya es hora de que entres a tu casa jovencito es muy peligroso dormir aquí afuera, tendrás un resfriado.-decía la señora regañando me.
-Gracias por haberme despertado señora Allison se lo voy a compensar de algún modo-Digo mientras me levanto y abro la puerta para entrar y darme una ducha. Agradezco nuevamente a la señora y desaparezco detrás de la puerta de mármol blanco.
Sin saber que hora sería entre en la bañera para quitarme el agua salada y refrescar mi cuerpo adolorido para luego comer y ver unas cuantas series en la televisión.
5:30 de la mañana y ya es el 4 de septiembre y mi mama habia llamado tres veces en torno a las 10 y 4 de la mañana. Le devuelvo la llamada pero no me responde al primer intento así que vuelvo a llamarla unas dos veces mas hasta que contestará milagrosamente atiende en el quinto intento histérica y llorando.
-¿Que ocurre mamá?- Le pregunto asustado haciendo me ideas de que mi papá o algún familiar cercano a mi haya fallecido.
-Hijo quiero que te sientes y escuches claramente lo que tengo que decirte.-Me dice ella entre sollozos.
Estoy algo confundido pero ya tenía el presentimiento de lo que ocurría y no había necesidad de sentarme ya estaba acostado en el sofá cama de la sala de estar.-Ya estoy sentado mamá ahora dime qué es lo que ocurrió.-Le digo suavemente tranquilizando la con mi voz.
-Gregorio acaba de fallecer hoy en la madrugada.-Luego de decir eso ella vuelve a llorar a cántaros.
-Espera Gregorio ¿esta muerto?-No podía creerlo era algo que jamás me lo hubiera imaginado él era una persona sana y sin ningún tipo de vicio y siempre entrenaba con él ¿que sucedió? No lo entiendo ¿por que él?
-Si, él fue a su trabajo y se venía en la madrugada para el cambio de turno, a mitad de camino un coche lo atropello, el conductor está arrestado pero el golpe que le dió le fracturó tres costillas y termino golpeándose la cabeza contra la acera.-Me explicaba ella con el mínimo detalle.-Dentro de dos días lo irán a enterrar.
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La vida de un Gregorio
Teen FictionEsta historia gira en torno a Gregorio Gonzalez, un joven de 18 años de edad que vive su vida como cualquier otra persona. Hasta que un día su hermana le presentaria a una hermosa chica y desde ahí; la vida de Gregorio cambiaría por completo, lleván...