Sigues en problemas.

1.6%

→ Aún eres mía.

Era Sábado por la noche y eso estaba perfectamente claro para Fernanda, pues ella se encontraba disfrutando de la maravillosa noche en compañía de sus amigos y de unos tragos, perfectamente habientados con la música de la discoteca.

Después de un rato de baile, risas y muchos tragos, Fernanda le dijo a sus amigos que iría al baño y así lo hizo, se abrió paso entre toda la gente y se dirigió a este.

Gracias a dios y al espíritu santo en el baño no había casi nadie, solo dos mujeres frente los espejos y algunas dentro de los últimos cubículos, teniendo relaciones, o bueno, al menos eso parecía.

Cuando terminó de hacer lo suyo, se lavó las manos y estaba dispuesta a salir del baño pero un cuerpo, de hombre, le interpuso su salida, tomándola de la cintura y regresandola.

-Oye, sueltame- la chica comenzó a forcejear y a pegarle en el pecho, pero dejo de hacerlo cuando escucho hablar al hombre -No, no lo haré- era el, busco sus ojos para así hacer contacto, lográndolo.

La chica pasó saliva bruscamente al sentir las manos del hombre bajando por su espalda hasta llegar a los glúteos de esta, para después darles un gran apretón, haciendo que la menor mordiera su labio para reprimir un gemido.

-No se porqué haces eso- la voz del mayor era ronca -Me encanta escuchar como dices mi nombre mientras gemidos salen de tu hermosa boca como una gata en celo- se acercó y beso los labios de la menor tan desesperado como ella, los dos de necesitaban.

El mayor la cargo hasta los lavamanos donde hizo que la menor se sentará, los lo brazos de esta pasaron por detrás del cuello de este, profundizando el besó, un suspiro salió de los labios de la menor cuando el mayor bajo por su cuello, dando una pequeña mordida, que el día de mañana se convirtiera en un hematoma.

-P-para- como pudo hablo, pues la excitación que sentía apenas se lo permitía.

El hombre paro y se paró un poco, beso rápidamente los labios de la menor y susurró -Te espero afuera-.

Salió del baño y dejo a la menor subida en los lavamanos, pensando en salir o no. Se bajó de ahí y camino hasta donde sus amigos.

Con una sonrisa camino hasta Antonio y le dijo -Me tengo que ir, mi padre está afuera-.

Antonio, con una sonrisa asintió y le dió un beso en los labios -nos vemos después amor-.

Al escuchar esa palabra Fernanda sonrió algo incómoda y salió del lugar mirando el auto rojo estacionado enfrenté, camino a él y se subió, miro al lugar del pitolo y este le sonrió, colocó su mano en el muslo de la menor y se fueron a un lugar más privado.

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No tenía ganas de escribir más explícitamente xd.
Perdón si el capítulo es algo extraño.
Perdón por cualquier falta de ortografía.
Gracias por leer.💛
180401.