Sigues en problemas.

2.7%

¿Que sucedió?

Abrí los ojos, tratando de levantarme pero por alguna razón eso era imposible. Mi cuerpo me dolía como la mierda.

Cómo pude me senté en la cama, observando como mis brazos tenía unas marcas, unas marcas en la muñeca, eran feas, demasiado feas.

No comprendía la situación ¿Que había pasado?. Me levanté de la cama, solo para observarme en el espejo y mirar cómo tenía un gran golpe en mi mejilla derecha, coloque mi mano sobre este golpe.

Por alguna razón apenas me percate que seguía con la ropa de la discoteca, entonces mire como tenía muchas marcas como de puños y patadas, estás estaban por toda mi panza.

Baje la mirada a mis piernas y estás también estaban lastimadas, de igual manera que todo mi cuerpo.

Justo cuando termine de ver cada uno de mis golpes la puerta se abrió de una, dejando ver a un hombre de unos 49 años.

-Papá- susurré cuando mire su expresión de asco que tenía en su rostro cuando me miro ahí parada, con esa misma expresión cerró la puerta de un portazo.

×××

Las horas habían pasado, era de noche ya; yo seguía en ese cuarto, sin poder salir , pues la puerta tenía seguro.

Mi estómago dolía, tenía bastante hambre, pues desde que me levanté no había comido nada.

Me levante de la cama y caminé a la puerta, solo para ver si ya podía salir, pero no, aún no podía. Regresé a mi cama, acostándome y tratando de aguantar las lágrimas.

×××

Desperté gracias al ruido que se escuchaba afuera de mi cuarto, era como una pelea. Rápido me levanté, ignorando el dolor que sentía en todo mi cuerpo, cuando llegue a la puerta me aseguré de ver si ya podía salir, pero no aún no.

Dejé eso de un lado y pegue mi oreja en la puerta para escuchar mejor la discusión.

-Tienes que dejar salir a tu hija- esa voz era de mi madrastra.

-No, no lo voy hacer- la voz de mi padre se escuchó bastante alterada.

-Bueno, no lo hagas, pero solo déjame darle comida- escuché como una llave se ponía en la cerradura así que rápidamente regresé a mi cama, acostándome en ella.

La puerta se abrió y mire como mi madrastra entraba con un plato de comida y un vaso de agua, camino hasta la cama sentándose en el borde, acarició mi pelo y susurró -Todo estará bien, yo te ayudare- dejo el plato y el vaso en la mesa de noche y salió del cuarto.

Perdón por cualquier falta de ortografía, también si el capítulo es extraño y por escribir tanta kk.
180105.