Se sentía vacía, sin motivación y con mucha negación. Nudos en la garganta, lágrimas en los ojos, dolor en el pecho.El cuerpo desganado, el alma apagada, la cabeza que no para. Podías ver en sus ojos su tristeza, no podía ni fingir una ronsisa. Resignada, no quería brillar, no quería ser ella nunca más. Sólo necesitaba que todos esos problemas se terminen, que salga el sol después de las nubes, que todo mejore y ya no duela, que se vuelvan a prender sus chispas y vuelva a ser quien quiere ser.