Hermoso es escuchar al otro. Hablando de lo que ama, de lo que le fascina y le vuelve loco. Ves como le brillan los ojos, como sus expresiones de felicidad sobre salen. Escuchas la magia dentro suyo, escuchas su alegría.
Y lo lindo de ser el oído, es que sos con quien está compartiendo su fascinación, te esta haciendo saber su debilidad, su lado dulce y tierno, ese que muy pocos escuchan o quieren escuchar.
