Kim Seok Jin y Min Yoon Gi, una joven pareja con un pequeño de 5 años, fruto de su inmenso amor.
Cuándo el pequeño cumplió sus 5 años, comenzó a escuchar y observar discusiones entre sus padres con respecto a la economía en su hogar.
Los jovenes pad...
Hoy es lunes, el fin de semana me sentí algo mareado y mi cabeza me dolía bastante, Hopi me dijo que fuera con un médico, más no fui.
Yoon Jin estaba muy feliz y sonreía cada dos segundos, adoro ver a mi chaparro feliz, mi bebé es todo lo que necesito.
Oh, es verdad. Estoy en el trabajo, Zelo me ha traído más ordenes, el trabajo es difícil, aunque amo cocinar y eso lo hace el mejor.
Cocinaba y cocinaba, sentía la mirada de alguien, un joven de cabello castaño me miraba, su mirada era penetrante. Abrí mis ojos sorprendido, es Jae Hwan.
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Algunas imagenes golpearon mi cabeza, retrocedí, tropecé y caí.
Narra Yoon Gi:
Escuché un gran estruendo en la cocina, al parecer todos los clientes lo escucharon ya que todo el restaurante quedó en silencio. Zelo, Joo Heon y yo nos dirijimos a la cocina, Yoon Jin estaba llorando, Jin estaba tirado en el suelo un charco de sangre salía de su cabeza, miles de imagenes llegaron a mi, sangre.
Zelo cargó a Yoon Jin y lo tranquilizó un poco, yo seguía en shock, no puedo moverme, los recuerdos me invaden, las lágrimas de deslizan por mis mejillas, tengo miedo, miedo de nuevo. Los recuerdos me invaden, mi familia, amigos, enemigos, desconocidos, todo vuelve a mi memoria, mis lágrimas no se detenían, mi cabeza dolía demasiado, golpes, cachetadas, puñetazos, besos, caricias, soledad, tristeza, alegría, sonrisas, sufrimiento.
Unos brazos me rodearon, sacándome de mi trance. Yoon Jin me abrazaba y me miraba preocupado, sus ojitos estaban rojos y una ligera mueca se instaló en su delicado rostro, limpió mis lágrimas. Ese roce me es conocido.
Jin estaba recostado en la mesa de la cocina, me acerqué a él y acaricié su mejilla.
"...No me dejes..."
El doctor llegó algunos minutos después, le curó la herida con alcohol y agua oxigenada, nos dio algunos suplementos y algo para el dolor, también algo de reposo.
Llevé a Jin a casa y lo recosté en nuestra cama, su rostro se veía tan calmado y sereno, le observé unos minutos, su ceño se frunció levemente. Arqueé mi ceja, ¿Qué está soñando?
Narra Jin:
.-.-."Sueño".-.-.
Abrí mis ojos, me encontraba en un salón de clases, miré a mi alrededor, encontrándome con los rostros de viejos amigos.
Xiao Lu Han
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