Jungkook tenía alrededor de 13 años cuando llegó con un cesto de mangos al pie del árbol. Ella le esperaba recostada disfrutando de la brisa del verano.
El estar tanto tiempo con Jungkook no sólo hizo que ella se acostumbre a su presencia, sino que ganó ventajas que otras almas no tenían. Empezó a percibir los colores de su alrededor, como si estuviera entrenando a sus ojos a percibirlos. Y no sólo eso, empezó a sentir el clima, caliente, frío...todo era emocionante para ella. Como si nunca lo hubiera sentido antes.
Jungkook acomodó el cesto en frente de ella y comenzó a devorar los mangos uno por uno. Ella lo observaba ensuciarse la cara con el dulce jugo del mango. De rato en rato él hacía algún comentario pero después se limitaba a comer.
Las almas al no necesitar comer, pierden el sentido del gusto y el apetito. Simplemente ya no pueden sentir el sabor de la comida, no importa cuánto coman.
Con una idea en mente, agarró el mango y lo puso frente a ella. Jungkook se percató de ello y dejó de comer.
-Te enseño a abrirlo- Dijo después de un rato. Agarró el mango y lo peló en forma de flor dejando al descubierto la deliciosa pulpa amarilla.
Ella lo agarró de nuevo y cerró los ojos. Abrió la boca y sintió la pulpa suave y húmeda, pero no sintió ningún sabor. Lo quitó inmediatamente de su boca.
Jungkook la miró confundido -El mango es dulce, tiene mucho jugo y se pegan sus cabellos en los dientes. En un día tan caluroso como hoy, esto es un manjar- Dijo mientras se llevaba otro mango a la boca.
Ella solo se quedó mirando el fruto entre sus manos. Decidió probar una vez más, imaginando todo lo que Jungkook le dijo. Sintió la humedad, masticó lentamente la pulpa y tragó. La sensación era bastante desagradable al solo sentir algo viscoso en su garganta.
Se rindió. Dejó el mango en su lugar y se recostó en el tronco del árbol. Jungkook la observaba en todo momento.
Por primera vez después de siglos, sintió frustración. "Esto me pasa por andar con un mago" refunfuñó dentro de sí.
Jungkook al sentirse satisfecho, dejó la mitad de su mango y se recostó en el tronco. El sol caliente lo puso somnoliento e inmediatamente cayó dormido. Ella observaba como cada brisa movía sus rizos en su rostro.
Ella se acercó para medir a detalle cómo el rostro de niño se volvía cada vez más de un adulto, cuando sintió un aroma dulce. Un escalofríos recorrió su espalda, acercó ahora su nariz a la boca de Jungkook, y el aroma se hizo más fuerte. "¿Pero cómo?".
Jungkook entreabrió los ojos y saltó hacia atrás tapándose su rostro con una mano.
-¡¿Q-Qué haces?!- Chilló sonrojándose como un tomate.
Ella lo miró sin cambiar de expresión. Luego tomó el mango que él estaba comiendo y lo puso en su boca. Cuando la pulpa tocó su boca, un torrente de sabores y sensaciones recorrieron su cuerpo. Era tan delicioso que se atragantó con él.
-Delicioso- Dijo ella.
Jungkook abrió los ojos como platos. Era la primera vez en todos esos años que ella hablaba. Como mencioné, ella es una persona naturalmente tímida.
-¿Entonces tú hablas?- Comentó arrugando la nariz.
-Claro que sé hablar. Es solo que no sentí la necesidad de hacerlo en todo este tiempo- Respondió algo irritada por su comentario.
Bajó la cabeza frunciendo los labios -¿Y el mango fue tan importante para que hablaras?- Suspiró -No puedo creer que me ganó una fruta- Dijo frotándose el cuello.
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🔯DISTINTIVO »『jjk』
Fanfiction¨-Es una maldición, un maleficio, un hechizo...llámalo como quieras. He caído profunda e irremediablemente a tus pies- susurró acercando lentamente su rostro al de ella. -Eso no puede ser posible- respondió tajante. El muchacho la observó suplicante...