Capítulo 7

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Al cerrarse la puerta se produjo un silencio sepulcral. Los dos intrusos la observaban con tanto detenimiento que le resultaba extremadamente incómodo.
Shirley giró los ojos en busca de ayuda y Jungkook solo respondió levantando su palma asegurándole que todo estaba bien. Bien para él talvez; él no tenía que soportar 4 ojos que lo miraban de arriba a abajo, dando vueltas a su alrededor cual acosadores.

–Su esencia aún está pura, es realmente extraño y valioso encontrar ejemplares como éstos– Comentó Tae cruzando los brazos y acariciando su barbilla.

–Mírate tú, fingiendo ser inteligente… ¿Con quién exactamente quieres quedar bien?– Tae arrugó la nariz y le sacó el dedo del medio. Jimin sonrió y retomó su evaluación hacia Shirley —Aunque a juzgar por el desgaste y el color, no lleva tantos años muerta. Podría adivinar que solo tiene unos siglos— afirmó Jimin.
Shirley dirigió su mirada al joven de melena rojo escarlata, que contrastaba con su piel blanca casi como el mármol. Era increíblemente apuesto. A lo mejor ésa era una escuela de: "Academia de Magos guapos, la mejor selección de temporada"

–Creo que le gustaste, no para de mirarte– Comentó Tae apoyándose en una pared. Jungkook movía la lengua irritado, aunque estaba tratando al máximo de no perder la paciencia.

–Es algo normal, mi belleza está hecha por los dioses– Jimin se peinó la cabellera con la mano y Shirley no pudo evitar resoplar.

–¿Dónde la encontraste?– Preguntó Tae, y Jungkook tuvo que obligarse a apartar los ojos de Jimin.

–Ella me encontró a mí, de hecho, me siguió hasta mi casa– Una pequeña sonrisa se le dibujó en la cara ante el recuerdo.

—Es muy linda y pequeña, yo también la hubiera adoptado— comentó Jimin divertido.

—Además supongo que no te ha costado nada mantenerla, puesto que…no necesitan nada— agregó Tae, a lo cual Jungkook no estuvo tan de acuerdo pensando en todos los mangos que tuvo que comprar en su vida.

Shirley se cruzó de brazos y los fulminó a todos con la mirada.

–Hablan de mí como si fuera un perro– Los tres muchachos ocultaron una sonrisa de complicidad y ella rodando los ojos dirigió su mirada gélida a Jungkook, el cual inmediatamente se encogió como un pequeño niño regañado por su madre –Vas a explicarme de qué va todo esto, o te prometo que me iré y nunca más me verás en tu jodida vida– Amenazó.
Jimin soltó una pequeña risa, provocando que Shirley se impacientara aún más.

–Es agresiva tu brujita– dijo Jimin mientras se relamía sus carnosos labios.

–Lo siento pero…hay reglas que deben seguirse, y tú tienes prohibido vagar por el colegio– Contestó Tae, aún apoyado en la pared.

–Yo vi un alma, el hombre gato– aseguró Shirley. Trataba de ignorar a Jimin que la miraba impetuosamente a su lado, pero más preocupada por Jungkook que era una bomba de tiempo.

–Él estaba ligado a su herus. Solamente éste tipo de almas son permitidas en el colegio, para mantener el orden. Ya que lamentablemente los de tu…clase, siempre andan causando estragos por diversión– alegó Tae.
Shirley parpadeó varias veces ya que no podía evitar sentirse ofendida por su comentario aunque tampoco podía objetar nada ya que hace solo unas pocas horas, hacer “estragos” era su principal plan. Pero después de analizar sus palabras, arrugó la nariz y miró a Tae confundida.

–¿Ligado a su…herus?— inquirió Shirley.

De repente, Junkgook caminó a paso veloz posicionándose entre Jimin y Shirley, llamando la atención de los demás.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2018 ⏰

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