¨-Es una maldición, un maleficio, un hechizo...llámalo como quieras. He caído profunda e irremediablemente a tus pies- susurró acercando lentamente su rostro al de ella.
-Eso no puede ser posible- respondió tajante. El muchacho la observó suplicante...
Nayul, el mercado de la ciudad capital Jerigh, en el imperio de Zhrahom. Una superpotencia en este mundo. Toda la economía se maneja en este lugar y solo los con suficiente suerte sobreviven aquí.
El mundo se divide en siete imperios: "Sherimgard" el continente de Jungkook ubicado al noreste,"Neejbih" el imperio del sur, "Wenbard" imperio del norte, "Melnand" imperio del oeste, "Calmernis" imperio del Este, "Melnandard" imperio del sudoeste y perteneciente al imperio del oeste (De ahí el nombre) y por último el imperio de "Zhrahom" ubicado en el centro del mundo.
Las calles abarrotadas de gente empujan a Jungkook a cada momento. Los vendedores se le abalanzan sin misericordia. Los mercaderes son de temer, pueden oler un extranjero a pocas cuadras de distancia.
Cuando Jungkook por fin se deshizo de toda la gente a su alrededor, verificó sus bolsillos y se puso en marcha.
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Para su suerte solo le robaron unos aperitivos que llevaba encima. Fue debidamente advertido sobre la delincuencia de ese lugar y guardó sus objetos de valor en un lugar oculto y encantado.
Después de horas de viaje por la ciudad, luego adentrándose en lo profundo del bosque, llegó al lugar esperado. La academia se encontraba en un lugar muy apartado de la ciudad. Y a pesar del paisaje natural a su alrededor, ante él se encontraba una imponente construcción, con grandes jardines, ostentosas decoraciones y fuentes preciosas que uno diría que estaban hechas por ángeles.
Debido a sus notas sobresalientes pudo ganar una recomendación de su mago maestre para la Academia de magos y hechiceros de las más prestigiosas que cualquier mago talentoso sueña con aplicar.
Nunca pasó por la mente de Jungkook que lograría tal recomendación, así que la noticia fue más impactante para él que para los demás.
En frente de la gigante puerta se encuentra nuestro muchacho dubitativo. Se ve como un niño a lado de esa puerta.
Deja sus maletas a un lado y levanta el brazo para tocar. Y como si la puerta estuviera esperandolo se abrió de par en par.
Si por fuera era increíble, por dentro era todo un ensueño. Al entrar sentías que estabas en un castillo sacado de un cuento.
Jungkook observaba con la boca entreabierta todo lo que le rodeaba. Se detuvo y silbó.
-Shirley estoy en un lugar bastante dramático- Comentó entre dientes.
Apenas dicho eso, un hombre de porte intimidante apareció al lado de Jungkook asustándolo.
-Bienvenido a nuestra academia Mr. Jeon Jungkook. Esperábamos su llegada hace diez minutos- El hombre serio y frío como el mármol observó como Jungkook dió unos traspiés del susto y quedó clavado en un jarrón.
Al cabo de unos segundos Jungkook, recobrando la compostura, conjuró unos hechizos y rápidamente se desatascó del jarrón para luego inclinarse con elegancia ante el hombre.
