Capítulo 34

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Día 239

Estos últimos días me he sentido como una completa mierda.

No salgo de mi cuarto, hay días en los que no como nada, no duermo, siento como si algo dentro de mi estuviera roto.

Sé muy bien que yo me busque esto, que soy una estúpida e ilusa.

Caí en sus mentiras, de nuevo no es algo de lo que esté orgullosa, pero se veía tan sincero, todo se veía tan perfecto.

Lastimosamente sólo fue otro de sus trucos, es muy bueno engañado o yo soy demasiado estúpida.
Creó que las dos cosas.

¿Pero en realidad alguien puede juzgarme por tratar de ser feliz? Por tratar de tener ese amor que he añorado desde pequeña, ese cuento de hadas de los que tanto hablan las películas y libros.

Tal vez busque amor en el lugar equivocado, tal vez busque algo que no existe para mí...
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Tengo que ir a conseguir una batería para mi celular, el muy desgraciado se descompuso y según los expertos es porque a la batería le callo agua, supongo que fueron mis lágrimas, nunca lo sabremos.

Estoy dentro de el local donde reparan este tipo de cosas, un hospital de celulares ¿Quien lo diría? Los celulares también se enferman.
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Estaba sentada en una pequeña banca tomando aire, el local estaba lleno de gente y de aquí a que me atendían hubiese muerto de asfixia.

Pasaban unos cuantos carros en la calle, es un poco transitado por aquí.

Cerré los ojos y suspiré.
Tengo que dejar de ser tan idiota, si quiero que no me vuelvan a lastimar tendré que cambiar, tendré que ser más inteligente, más astuta.

Voltee hacia la derecha y ví una moto, pero hijo de la chingada, no cualquier pinche moto, si no la de Daniel ¡Pero qué tan pinche buena suerte tengo! No es sólo la moto de Daniel, si no él también ¡Pero no solo la moto y él! ¡Si no que Jenifer también!

Genial, no hay problema, digo no es como si yo estuviese deprimida por culpa de él ¡Para nada!

Paso enfrente de mi y me saludo, así de sinico, con su novia atrás y me saludo.

Levanté la mano casi por reflejo y le regrese el saludo como pude, Jenifer iba viendo para otro lado así que no me vio.

Bien, genial, estupendo, maravilloso, ¡Magnífico! ¡Perfecto! ¡Aaaaaaah!

¡¡Está bien, está bien, está bien hijos de todo su bendita madre!! ¡No! ¡No estoy alterada! ¿¡Ok!? ¡Solo vine por una maldita batería no ha estresarme ni ha conseguir más ganas de matar a todo el desgraciado mundo! ¡No!
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Ya me calme, después de unas horas y miles de insultos finalmente logré tranquilizarme.

Daniel me saludo aunque venía su novia, entonces ¿Somos amigos? A mi no me parecía que quisiera ser mi amigo hace unas semanas cuando trato de besarme.

Si quiere jugar sucio yo también puedo, me pregunto ¿Que pensara su novia sobre la cita que tuvimos Daniel y yo unos días antes de que fueran novios? ¿Qué pasaría si le digo todoo lo que sé de él? Me pregunto ¿Qué pasaría?...

Sobreviviendo a Un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora