Capítulo 26

142 4 0
                                    

Día 192

Han pasado tres días desde que Daniel supuestamente me iba a llamar, no había estado así de pendiente de mi celular desde hace mucho tiempo, empiezo a creer que no llamará.

Me dormí tarde y me desperté temprano, no puedo descansar me siento ansiosa, nerviosa ¿Qué le diré? ¿Tengo que ser cortante? ¿¡Qué demonios tengo que hacer!?
__

Son las 6:00 de la tarde, estoy tumbada en mi sillón, con el celular a un lado... Esperando.

No debería de estar así, debería de estar normal, no debería de importarme pero... Pero maldición, me importa y demasiado.

El ante mis ojos es el chico más lindo que me ha hablado, él más maravilloso chico que he tenido el placer de conocer.

Cuando estuvo junto a mi no ví nada raro, no fue grosero, no hizo nada malo ¡Al contrario! Fue lindo, atento, divertido, fue todo lo que siempre busque en un chico.

¿Y si Ana y Laura se pusieron de acuerdo para levantar falsos hacia él? ¿Qué tal que él no es nada de lo que ellas dijeron? Pero hay pruebas, hay muchas pruebas...

Espera ¡No Camila! ¡No sigas siendo estúpida! ¡Date cuenta Maldita! Él sólo salió contigo por que quería un juguete, sólo te quería para un rato, no seas ilusa, si él realmente te hubiera querido te habría buscado, ¿Pero que hizo? ¡Nada! ¡Piensa, por Dios!

Él te dejo ir y volvió como si nada, sabe que puede darse ese lujo ya que tú estás loca por él, no te dejes manipular.

Mi celular empezó a sonar.

Era una llamada entrante.

Era él.

Mire al celular como si fuera una bomba, si contestó él sabrá que sigo estando enamorada de él, sabrá que puede hacer lo que le plazca y yo aún seguiré esperándolo.

Pero no, esto no puede ser así, no voy a permitir que sea así.

El celular seguía sonando, yo seguía debatiendo en mi mente el contestar o no.

Bien, tome una decisión, espero no arrepentirme después.

Mi celular dejo de sonar y mi corazón dejo de latir de manera apresurada

- lo siento, pero no volverás a jugar conmigo - susurré para después apagar mi celular.

Cerré mis ojos y al fin pude sentir como el cansancio invadía mi cuerpo, así que me deje llevar hasta quedar profundamente dormida, esto era lo mejor para mí...

Sobreviviendo a Un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora