Sobreviviendo a Un Corazón Roto

Capítulo 37

Día 298

Voy a dejar de ser la niña buena a la que usan como juguete, estoy cansada.

Hoy unos conocidos me invitaron a tomar por segunda vez consecutiva, estaba dudando mucho entre ir no ir, pero necesito dejar de pensar así que aquí estoy, a unas cuadras de el lugar de encuentro.

Cuando llegue saludé a todos y me senté en un lugar un tanto alejado, de repente se acercaron a mi y me empezaron a dar cervezas y tequila.

Estaba tan triste que hize lo que cualquier persona triste haría: emborracharme.

Seguía tomando sin control, nunca había tomado tanto como el miércoles y hoy, no sé cuándo ni como pero tenía medio cigarrillo en mis labios.

Nunca había perdido tanto el control.
Estábamos cantando todos a coro, unos llorando, otros riendo.
Adivinen que estaba haciendo yo.
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Necesito ayuda para caminar, veo todo borroso y no tengo ni la más mínima idea de quién me está llevando a mi casa.

Solo espero llegar sana y salva y que mis papás no estén esperándome porqué no creo que les guste verme en este estado
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Estoy dándome un baño de agua fría, ya estoy un poco más lúcida.

Definitivamente, toque fondo.

Yo no soy así ¿Realmente estoy cambiando tanto por despecho? Necesito ayuda, no creo que tomar sea la solución, al menos ya no lo es ahora.

Es que todavía no entiendo porque después de todo aún sigo pensando en él, se supone que ya lo había superado, pero tenía que volver con esa sonrisa, esa mirada, con esas mentiras que supo utilizar muy bien, tenía que regresar ¿Y ahora qué hago? No puedo dejar de pensar en lo que hubiéramos podido ser.

Tendré que darme un tiempo para mejorar.
Para sanar.
Necesito ordenar mi vida.
Tengo que curar estás heridas que yo misma me cause.

No puedo seguir así, tengo que aprender a amarme para que cosas como estas no puedan lastimarme nunca más.

Me siento como basura y no me gusta sentirme así.
¿Cómo un simple chico puede causar tanto odio hacia mí y hacia todo el mundo?