La Carta

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La fiesta terminó, todos tomaron rumbo a sus respectivas casas, y habitaciones. Por mi parte tome una ducha, vesti mi pijama y me entre a mi cama, antes de dormir observé por última vez el regalo de Max.

A la mañana siguiente, voces y risas se escuchaba por todo el pasillo, me levante, caminé hacia la puerta, al abrirla me encontré con Ethan.

─ Buenos días dormilona - sonrio mientras rodeaba mis hombros con su brazo. Bufé.

─ No molestes, son vacaciones tengo bastante tiempo para no hacer nada - ambos reimos.

─ ¿Le hiciste algo a tu cabello? - lo miré extrañada.

─ No - negué mientras lo tomaba en mis manos. Ethan frunció el ceño.

─ Lo siento, creí verlo diferente - se encogió de hombros, bajamos las escaleras, entramos a la cocina, Link nos sonrió desde su lugar de la mesa, Papá sirvió mi desayuno y el de Ethan, antes de sentarme a la mesa, caminé hasta el refrigerador para tomar un pedazo de pastel de ayer, en cuanto logré mi cometido deje todo en su lugar y comencé a desayunar junto con Ethan.

Minutos después papá se había ido a trabajar, Link y Harris salieron, Ethan subió a la habitación de invitados, por mi parte permanecí sentada en el comedor, con mi celular esperando que algo interesante apareciera en este, al ver que no pasó me levante y tomé rumbo a mi habitación.

A entrar fije mi vista en la caja de regalo de Max que aún no había sido abierta, suspire y caminé hacia ella. Levante la tapa encontrándome con Oso café de peluche de tamaño mediano, sonreí, lo dejé sobre mi cama saque una libreta, que tenía pegada una nota sobre su cubierta.

" Aquí puedes expresar todas las ideas que vengan a tu mente, desde ahora "

Finalmente encontré un sobre blanco, tenía una dedicatoria.

─ De Max, para la Princesa de Hielo - leí en voz alta soltando una risa. Antes de abrirla una voz irrumpió en mi habitación.

─ Recuerdo eso - gire rápidamente hacia la entrada de mi habitación. - Adorabas las notas que dejaba en tu casillero - rei.

─ No tienes ni idea, me encantaban esas notas - Ethan camino hacia a mi.

─ Lo sé, debajo de toda es maldad - hizo una pausa y tomo mis manos - siempre existirá bondad - sonreí.

─ Siempre hay desde que alguien crea en ti - Ethan sonrió.

─ Si no te conociera parece que estás coqueteando conmigo - rei y le solté las manos.

─ Yo no fui la que empezó con el juego -  retrocedí y coloque de nuevo las cosas en su caja - Dejemoslo hasta aquí.

─ Bueno perezosa, voy a salir un rato - fue saliendo de mi cuarto - En cuanto vuelva no quiero verte en pijama - negué mientras escuchaba alejarse por el pasillo.

─ ¡Que tiene de malo mi pijama! - grite desde la puerta de mi habitación.

Simplemente escuche la puerta cerrarse, rei y me dirigí al baño a hacer mis necesidades y ducharme. Al salir me vesti con un short de jean, y una blusa negra de tiras.

Me detuve en la puerta de mi habitación, sentia que algo me faltaba, gire, la mirada recayó en el regalo de Max, aún quedaba aquel sobre, me acerqué, tomé la caja, la cual comenzó a escarcharse, me senté en mi cama y abrí la caja.

─ Bien, solo quedas tu - abrí el sobre blanco, la hoja tenía cierto a olor a perfume de hombre. Desdoble aquella hoja.

" Nunca me imaginé poniendo palabras de amor sobre un papel, y mucho menos pensé que podría llegar a enamorarme de esta manera.

Todo lo que un día creí, cambió completamente el día que te conocí, porque aunque me resistí, no pude evitar caer en tus brazos.

Quisiera seguir compartiendo los días contigo, siendo aquel que esta ahí para ti, sea para protegerte o ayudarte con un plan malvado.

Te quiero, tal cual eres.

Max."

Sonreí, calze rápidamente mis tenis, tomé mi celular y mis llaves, salí corriendo de mi casa, conocia la ruta hacia el lugar al cual me dirigía, en cuanto estuve frente a la puerta, me paralice empezando a cuestionarme.

«¿Debería tocar la puerta?» «¿Podría hablar con él luego?»

Sacudí mi cabeza junto con aquellos pensamientos, me armé de valor y toque la puerta, un chico castaño abrió la puerta regalándome una sonrisa, antes de que el pudiera articular alguna palabra.

Me acerqué a él rodeando mis brazos a su cuello, lo observé detenidamente antes de besarlo, era un beso dulce, tranquilo, aquel beso daba un comienzo a un nosotros, pronto Max me abrazó por la cintura pegándome aún más a él.

─ Creo que leíste mi carta - Max sonrió.

─ Eso crees - Max asintió - Literalmente acabo de leerla - el castaño se removió entre mis brazos.

─ ¿Podrías dejar de helar mi cuello? - cuestionó, aleje inmediatamente mis manos de él.

─ Lo siento - me disculpe - Suele suceder cuando estoy nerviosa.

─ ¿Entonces, estás nerviosa? - asentí antes de que Max dejara un beso en mi mejilla - No tienes porqué - cerró la puerta y comenzamos a caminar.

─ ¿Crees que fue una buena manera de declararte? - cuestioné.

─ Fue una ayuda, quería saber que no me estaba arriesgando a perderlo todo - me detuve.

─ Pero Max, el que no arriesga, no gana - rei mientras citaba un dicho de mi abuela. - De hecho yo, tenía establecido un plan de 7 pasos - el río conmigo.

Caminábamos de la mano, disfrutando la compañía del otro, paramos en un puesto de helado, compramos uno para cada uno, de acuerdo a nuestra preferencia de sabores.

En cuanto estuve frente a mi casa, Max y yo tomamos asiento en los pequeños escalones antes de llegar a la puerta.

─ Escucha, se que debía decirte formalmente, frente a frente, enfrentar mis temores contigo y arriesgarme - hizo una pausa - me siento alegre por haber incluido esa carta que nos ha traído hasta aquí - Max se levantó y tomo mi mano. - Princesa de Hielo,¿Quieres ser mi novia? - sonreí y me levanté.

─ Claro que quiero - Max volvió a acercarme a él, juntandonos para un beso.

─ Acabas de hacer este chico aún más feliz - negué mientras volvía a darle un beso.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2019 ⏰

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¿Evilman? || Max Thunderman ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora